Soy quién soy pese a quién pese. Esa soy yo.
Bienvenidos a mi rincón.
Myriam Luna.

viernes, 28 de febrero de 2014

YO SOÑÉ UN SUEÑO


Era la primera vez que la veía. Estábamos en el ascensor de un hotel  cuya ciudad no recuerdo o quizás no debería recordar. El tiempo se hacía eterno y cada vez mayor número de gente iba entrando en el ascensor.
            Al principio estábamos solas pero con cada planta iba subiendo más gente. Había en total 12 plantas pero no sé cuál de ellas sería nuestro destino. Yo estaba a medio metro de ella. Ella apoyada en la pared, dejando caer uno de sus hombros. Estábamos en el fondo, lejos de las miradas y conversaciones. Por ilógico que parezca nadie nos prestaba atención, parecíamos invisibles a ojos humanos.
            Llegamos a la primera planta y salió una persona. Sentí el alivio de que iba quedando menos para llegar al final. En la segunda planta salieron tres. Me voy relajando más.
            Ya en la cuarta planta sólo quedaba un hombre, miraba hacia la puerta. Nos ignoraba por completo. A veces me preguntaba si éramos reales. Casi como si lo presintiera ella se acerca, me rodea con sus brazos por la espalda y adentra una de sus manos por mi camisa. Va acariciando mi estómago, mi espalda. Mi piel se eriza con cada roce de sus manos. Llevaba tanto esperando ese momento…Comienza a besarme el cuello, a rodear con sus dedos mis pechos por encima del sujetador. Dejo caer mi peso sobre ella. Sigue acariciando mi cuello, todo por debajo de la camisa. Coloco mi cabeza sobre uno de sus hombros y muerde mi cuello, al principio suave pero luego cada vez más fuerte. Con una mano introduce uno de sus dedos por el borde de mi sujetador y con la otra mano va bordeando mis costillas, mi estómago en zigzag y llega hasta el borde de mi pantalón con el dedo corazón.
             Me muerdo el labio inferior para aguantar mi respiración, cada vez más agitada. Llegamos a la planta siete, el hombre permanece allí dentro sin inmutarse. Adentra sus manos en el interior de mis muslos, mi cuerpo se contrae de la excitación. Sólo con el roce me hace temblar. Con la mano izquierda de nuevo llega a mi sujetador pero esta vez se adentra y toca mis pechos, primero uno y luego el otro. Con la mano derecha vuelve a mi abdomen, acariciándome por encima del pantalón. Desabrocha el botón y mete su mano muy lentamente. Muerde el lóbulo de mi oreja y creo que voy a explotar en éxtasis.
            Por fin llegamos a la planta siete y el desconocido se va como si nada. Aprovecho el momento y la empujo hasta el fondo del ascensor. Sin sacar su mano de mi pantalón sigue jugueteando conmigo. Cada vez estoy más excitada, su mano es testigo de ello.  No suelta tampoco mi cuello, no deja de morderlo y besarlo. Deja su marca en mi piel. Me hace suya. Sigue apretando mis pezones, están tan duros…. Mis piernas se abren al placer dejándole libertad de movimiento.
            Con cada planta la puerta se va abriendo pero no entra nadie.
            Rodeo su espalda con mis brazos, le clavo mis uñas, no puedo más…Me tiene al límite y eso me encanta.
            Llegamos a la planta doce y el ascensor se detiene. Volvemos a descender, alguien lo ha llamado. El éxtasis va en aumento, mis gemidos se ahogan en su boca. Me pierdo entre sus brazos, en su boca, en sus latidos.
            El ascensor se detiene. No recuerdo en que planta. He perdido por completo la noción del tiempo y Dios… ¡alguien entra!
            Me despierto. Estoy sudando entre las sábanas. Me giro algo confusa y veo que ella está dormida a mi lado. Me abrazo fuerte a su cintura, muy fuerte.


            Siento que me abraza por la espalda y me agarra por la cintura. Está empapada en sudor, con la respiración agitada y su corazón acelerado. Siento que me abraza fuerte para atraerme hacia ella. Me dejo abrazar.
            Giro mi cuerpo levemente. Siento su mano posarse en mi abdomen, su cabeza en mi pecho. Su respiración se relaja, también su ritmo cardíaco. Parece que se esté dejando vencer de nuevo por el sueño.
            Ahora soy yo quien la abraza. Acaricio su espalda, con la otra mano acaricio su cuello, sus mejillas, juego con su cabello. Todavía estoy adormecida, sumida en mi sueño.

            Soñé que ella tenía un sueño.


(21-10-2013 Myriam Luna-   .)

martes, 18 de febrero de 2014

LA TUMBA DEL NIÑO de Eugenio Prados

     Un preso condenado a muerte. Una huida desesperada. Un pueblo abandonado a la carrera. Y una extraña familia con un bebé muerto.

     Estos son los 4 componentes básicos de la novela.

     Es una novela de miedo, casi de terror, que te engancha desde el principio, desde el momento en que nuestro preso consigue huir del furgón policial, hasta el mismísimo punto final, dejándote con ganas de saber un poco más, de seguir leyendo más.

     En su huida, nuestro preso acaba en un pueblo prácticamente abandonado, a excepción de nuestra familia protagonista y de su pequeño Radú, en el cual pensaba podría refugiarse y esconderse de la policía pero acabará siendo el peor de los refugios.

     Dato curioso de la novela es que no aparece ningún nombre propio. Ni de los policías, ni de la única familia habitante del pueblo, ni siquiera de nuestro preso. Únicamente aparece un nombre, Radú, el del pequeño hijo de la familia, y no es casualidad que éste sea el personaje más relevante de toda la historia.

     Podéis encontrar la novela en amazón:
http://www.amazon.es/tumba-del-ni%C3%B1o-Eugenio-Prados-ebook/dp/B0098PE96Y

domingo, 9 de febrero de 2014

LA PIEL DEL PECADO de Francis Molehorn

La piel del pecado. Podría decirse que esta es una novela como otra cualquiera con una pareja como protagonista con sus deseos encontrados y sexo explícito, sin rodeos y sin andarse por las ramas. Pero no, no es una novela más.

Por un lado tenemos los tabúes y dogmas religiosos, católicos para más señas. Por otro lado tenemos la ciencia, la psicología, que intenta desmontar esos tabúes y abrir otros puntos de mira.

Y por último tenemos a nuestra pareja protagonista. Angela y Darren, una mujer y un hombre como otros cualquiera, una pareja cualquiera de las que puede existir en este planeta, que se desean y disfrutan del sexo, que se quieren sin condiciones.

Pero existe algo en esta pareja que la hace diferente a todas las demás, Angela y Darren son madre e hijo. Viven un incesto consensuado, consentido por ambas partes desde sus inicios.

No, no es una novela más. Puede que a más de una persona este libro le levante ampollas en sus creencias sin ni siquiera llegar a leer el libro, otras simplemente se dejarán atrapar por la historia disfrutando toda la trama. Yo personalmente os animo a que la leáis, no os dejará indiferentes.

Podéis adquirir la novela a través de amazon :
http://www.amazon.es/dp/B00CHTXAKO/?tag=viewbookat04-21

Y ahora pasamos a conocer un poco a Francis Molehorn


¿Qué fue lo primero que escribiste?

·   No recuerdo exactamente qué fue lo primero, pero me puse a escribir relatos cortos desde mi infancia. Ninguno de ellos sobrevivió el paso del tiempo, por suerte. Con el vago propósito de editarlo, lo primero que escribí fue una versión inicial de “Están Haciendo Casablanca”, que dejé sin revisar por mucho tiempo, y que finalmente se transformó en la base del libro actual.

Entretanto comencé a escribir otra novela bastante ambiciosa, pero, en un momento dado, tomé conciencia que la premisa no era válida, y que para desarrollarla bien tenía que empezar de nuevo de forma distinta. Sinceramente no me llamó la atención hacerlo y la dejé.

Después comencé con La Piel del Pecado y su redacción fue bastante fluida. La terminé rápidamente y luego de algunas correcciones, la mandé a Amazon. Después decidí reescribir partes de “Casablanca” y la publiqué.

¿De dónde o cómo viene tu afición a la escritura?

·    Viene de mi afición a la lectura y, curiosamente, al cine. Me tentó escribir guiones con historias como para ser filmadas. Debo reconocer que nunca ocurrió. Sin embargo, me sirvió como práctica para escribir diálogos y para ensayar otras técnicas, útiles para la práctica literaria. Una de mis próximas novelas está basada, de hecho, en un guion que escribí hace algún tiempo. Ojalá que me resulte.

¿Libro electrónico o libro impreso?

·  Yo estuve mucho tiempo negándome a leer cosas electrónicas, pero obviamente, estaba equivocada. Mi preferencia sigue siendo el papel, por una cosa de tradición, textura y vivencias, pero actualmente una buena cantidad de mis lecturas son por medios electrónicos. Si se trata de publicar, la elección no es mía. Tengo que editarlo en Kindle si quiero tener alguna esperanza de que se me lea. En Amazon, mis libros también están en papel, pero no creo que se haya vendido ninguno todavía.

¿Qué libro nos recomendarías? Y ¿Por qué?

·   Difícil es elegir un libro solamente, pero si esa es la pregunta, yo me decanto por 1984 (de George Orwell, por supuesto). Creo que es un compendio extraordinario de los riesgos que presenta el pensamiento totalitario, tanto en su versión más extrema —como en el caso del libro—, como en sus variantes más sesgadas, muchas de las cuales seguimos viviendo en todo el mundo, y en segmentos de nuestra propia sociedad.

¿Eres metodológica a la hora de escribir o te dominan las entrañas cuando escribes?

·   Intento ser cuidadosa y disciplinada en lo que se refiere a la investigación y al cuidado de la consistencia argumental. Por lo demás, soy un caos. Comienzo con una idea general sobre la trama, el desarrollo y, a veces, hasta el final, pero entremedio puede pasar cualquier cosa. Mis personajes son de una irresponsabilidad total, y no cesan de sorprenderme.

¿Qué te empujo a escribir sobre el incesto? ¿Hay algún tipo de pretensión moral en ello?

·    Ni moral, ni moralizante. No solamente no me siento cualificada para pontificar acerca de comportamientos, sino que no me interesa y, en el fondo, me causa horror. La novela habla básicamente de una relación de amor que, casualmente, protagonizan adultos en una situación de parentesco directo. Me la imaginé (y espero haberla descrito) como una situación perfectamente “normal”, más allá de lo controvertida que sea socialmente.

Por suerte, algunos otros tipos de relaciones controvertidas ya han dejado de serlo, o van camino a eso en las sociedades más avanzadas, como los matrimonios interraciales, la homosexualidad o incluso el sexo fuera del matrimonio. No creo que el incesto vaya camino a transformarse en una forma de vida recurrente en la sociedad, entre otras cosas porque el tabú es demasiado fuerte y está demasiado arraigado. Pero lo que sí creo, es que alguna vez se llegue a legislar que una relación de amor físico entre parientes no sea penada con la cárcel, ni sea condenada a la hoguera en la plaza pública, como hasta ahora. Algunas lectoras de La Piel del Pecado consideraron la relación entre Ángela y Darren como “bonita”. Yo también lo creo, y era lo único que pretendía mostrar.




Y para terminar sólo me queda dar las gracias a Francis por querer participar en este pequeño y modesto proyecto literario, que no es otro que el de poner mi granito de arena para ayudar a conocer a escritores noveles o que están fuera de las grandes editoriales.