Sentada en la orilla del mar, en un tibio atardecer de la costa mediterránea, mi mirada se centra allí donde el horizonte se pierde y el astro Sol va al encuentro de su amada Luna.
Cierro mis ojos pensándote, deseándote, imaginando tu despertar entre mis brazos tras una noche de besossin censura y caricias llenas de la más tierna locura. Mi corazón te llama ensilencio, susurra tu nombre con dulzura.
La brisa rodea mi cuerpo como si fueran tus abrazos, dejándome sentir tus caricias aún imaginadas. Las olas el susurro de tu voz que en mi corazón penetra. Me venzo a mis sueños, a mis deseos. Dejo caer mi cuerpo sobre la arena igual que si fuera el tuyo que me invade sin remedio, inútil luchar contra él.
Mi corazón se agita ante tu recuerdo, ante las caricias imaginadas que ahora siente mi piel. Mi respiración se descontrola excitada… Siento tus manos enredarse en mi cabello, tus besos quemándome la piel. Tu piel desnuda sobre mi cuerpo amándome, deseándome. Mi sangre hierve al calor de tus alientos y el fuego de tu mirada…
La humedad me recorre por entero, las olas han bañado mi cuerpo….
Ellos se ríen de mi por ser diferente, yo me río de ellos por ser todos iguales. (Kurt Cobain)
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