Soy quién soy pese a quién pese. Esa soy yo.
Bienvenidos a mi rincón.
Myriam Luna.

sábado, 17 de diciembre de 2011

LATENTE

Siento el frio penetrar entre las sábanas. Extiendo levemente mi brazo buscándote, pero ya no estás. Te oigo caminar por la habitación. Abro ligeramente los ojos, te veo en la penumbra de la habitación. Apenas ha amanecido, sólo unos pequeños rayos de sol se dejan ver por la ventana.
Observo los movimientos sigilosos de tu cuerpo desnudo por la habitación. Me hago la dormida, pero te observo, me gusta hacerlo, admirar tu cuerpo, tus curvas de mujer.
Sabes que te observo aunque me haga la dormida, me conoces bien. Te mueves a propósito para mí. El vaivén de tu cuerpo me excita y lo sabes. Buscas tu ropa, te vistes pensando en un después. Lo haces frente a la ventana sombreando tu cuerpo los rayos del sol. Sabes que no podré contenerme por mucho tiempo, me provocas con tus movimientos.
Me rebelo contra mi quietud, con sigilo me acerco a tu cuerpo. Me estás esperando, lo sé. Estamos conectadas, me presientes a tu espalda. Dejas posar tu cuerpo sobre el mío ya ardiente, nuestras manos se entrelazan con fuerza, fundiéndose. Nuestras bocas se buscan con deseo, dando rienda suelta a la pasión.

EL VACIO

Siento la necesidad de escribir y no sé por dónde empezar. No sé de que hablar, no sé que contar. Busco miradas anónimas que me ayuden a inventar una vida, escucho con disimulo conversaciones que me sirvan para crear una historia. Busco imágenes, fotografías, que ayuden a inspirarme pero solo encuentro el vacio en el papel. Parece que me sienta vacía, vacía como el papel.
Quiero escribir… sé que no debo agobiarme ni presionarme, porque así sólo conseguiré bloquearme más. Necesito relajarme, no pensar en nada.
Hoy hace buen día, hace sol y apenas hace frío. Salgo al porche a contemplar el ir y venir de los pájaros, a escuchar sus trinos, cierro los ojos y los recuerdos vienen a mi mente.
Estoy sentada en la playa jugando con la arena, apenas soy una niña todavía, haciendo castillos de arena con mi cubito y mí pala. Las gaviotas sobrevuelan la playa. La marea está subiendo, y una ola pasa por encima de mi castillo. El mar se lo tragó, se lo llevó. Mi inocencia infantil no lo puedo entender. Mi alma se rompió en mil pedazos, tanto trabajo realizado había desaparecido. Mis ojos se inundaron de lágrimas, rompí a llorar como si mi mundo tocara a su fin.
Entonces escuché su voz.
-No te preocupes que rápido hacemos otro, más grande y mejor.
Pero yo no podía dejar de llorar. Entonces me cogió entre sus brazos y me estrechó contra su pecho, protegiéndome del mundo y sus fantasmas. Poco a poco dejé de llorar sintiendo su calor, su cariño, sus manos secando mis lágrimas.
Ahora en mis recuerdos las lágrimas asoman de nuevo a mis ojos ante tu recuerdo. Levanto mi rostro al cielo, y puedo sentir tu calor secando mis lágrimas al sol.


(Dedicado a mi abuelo)


miércoles, 14 de diciembre de 2011

LOW BATTERY

Me llamo K 535 i , tengo una autonomía de 24 horas y si me pongo, a veces ni duermo.
Mi batería es de litio, que dura más, pero últimamente no salgo de la cama así es que debo de gastar poco..... de la tecnología punta podría decirse que tengo una memoria excelente...¡Cómo olvidar!. También dispongo de memoria fotográfica ilimitada, aunque a veces pienso que sólo me sirve para tener las pupilas cargadas de imágenes que no quisiera volver a ver.

Por supuesto, dispongo de una agenda y de una capacidad increíble de organización y planificación. No hay más que ver lo bien que planifico tu vida a la vez que hago la casa, nuestra casa, hago la compra, llevo a los niños al colegio, los nuestros, y en definitiva organizo la vida diaria, la nuestra.

Todo dispuesto para cuando tú llegas, que para eso eres el que trabaja, ¿verdad cielo?
Anoche, pasé de enchufarme a la red, pasé de cargarme aún sabiendo lo que eso supondría. Elegí rendirme, porque para vivir así mejor desenchufarme.

Me sentía inmensamente abatida, vencida, me rendí. Me dejé apagar...

Hoy tengo miedo.

Me miro en el espejo y analizo cada arañazo de mi carcasa, cada marca irreparable, cada sombra, cada cicatriz. Siento como la pantalla, la mía, se nubla.

-Me habrá entrado agua- pienso mientras con suavidad recojo las lágrimas.

Hoy tengo miedo de caerme una vez más y romperme definitivamente. Como aquellos viejos ericsson a los que se les rompía la tapa y ya no servían, o como cuando caes tan frontalmente, que la pantalla lcd se despide bruscamente y hay un silencio enorme, sepulcral, sin adioses ni lágrimas, sin más, porque no hay qué decir ni qué hacer.

Porque ya no existes, ni has tenido tiempo de dudar si quieres seguir existiendo... aunque sea así, de este modo.

Hoy tengo miedo de caerme y quedarme bloqueada para siempre. Miedo de caerme aun siendo tú quien me tira, quien me empuja y golpea. Quien me humilla y me abolla.

Porque soy yo, sí; soy yo quien se cae aunque la empujes, soy yo quien decide enchufar cada noche su alegría y su esperanza en vez de salir corriendo de una vez.

SOY YO quien maquilla grietas con pegatinas o le resta importancia a que algún botón no vaya bien, fruto de la última caída...

Menos mal que soy zurda.

Hoy, después de mirarme al espejo me he metido en la cama. Mi cuerpo, mi cerebro, mi alma están fuera de cobertura. Apenas me puedo mover. Cierro los ojos

Te pienso.

Me duele todo el cuerpo. De golpe, me siento todo lo mayor que tú me dices que parezco, me acaricio despacio el vientre y noto como pesa ese kilo de más que ni un solo día has dejado de recordarme. Miro despacio mis manos, mis teclas, mis opciones...

Cierro los ojos y te pienso de nuevo, tan guapo, tan inteligente, tan trabajador... Y un dolor intenso recorre mi alma a la vez que un pitido me arranca de mis pensamientos.

Me incorporo. Estoy temblando. Un sudor frío me recorre.
- Soy yo quien se cae aunque tú me tires- pronuncio despacio. Soy yo quien cada noche....soy yo quien no se marcha......soy yo.

No puedo más, me va a estallar la cabeza.

-¿pero quién soy?- me atrevo a balbucear.

De nuevo un dolor, si cabe más profundo, me recorre cortándome el aliento y tras de él ese ensordecedor pitido.

-¿Qué pasa? ¿Qué me está pasando?

Me asusto, tengo miedo. Salgo todo lo rápido que el dolor me permite de la cama. Voy a tientas hasta el cuarto de baño y enciendo la luz. Apenas me tengo en pie, no hallo fuerzas...

De pronto, alzo mi cara hacia el espejo y lo veo. Es rojo, enorme, aterrador.

Un único mensaje:

LOW BATTERY.

Tengo miedo. Rompo a llorar, me rompo. Intento borrar el mensaje del espejo...no es posible, golpeo. Me inundo en llanto.....no es posible. Me digo: -No quiero-

No quiero apagarme.
De nuevo ese maldito pitido en mis oídos, en mi alma. Y es ella, mi alma, la que grita, la que me grita: No te rindas. No te apagues. Huye. Escapa...

A duras penas me sostengo en pie pero encuentro la energía necesaria para moverme y utilizar la escasa batería que me queda en no rendirme, en no apagarme.

Estoy débil, muy débil. Tocando fondo. Mis movimientos son lentos pero seguros. Sé hacia donde voy.

Me siento culpable por no haberme enchufado anoche, ahora tendría más fuerzas para moverme....o quizá no, quién sabe.

Respiro hondo y decido dejar de llorar.
-Sé quién soy- me digo mientras me visto con dificultad. -Sé quién soy-, repito intentando llenarme de esa otra energía en la que yo sí creo.

Cojo las llaves y cierro la puerta de golpe. Algo se rompe dentro de mí, duele, duele mucho, tanto que me paraliza. Vuelvo mi mirada a esa puerta, a lo que significa.

Estoy temblando. Te pienso y siento como todo se derrumba. Dudo. Retrocedo. Cierro los ojos para no mirar más, sigo paralizada, intento buscarte en mis recuerdos, en mi piel, intento perdonarte, girar la llave de nuevo, engañarme.

De nuevo el pitido hace que me maree, me apago, introduzco el pin y me vuelvo a encender. Rezo para no apagarme. Reacciono. Me tiemblan las piernas y grito:

-No quiero apagarme-.

Lentamente comienzo a bajar las escaleras, a separarme de la puerta, de ti. Mis pasos son torpes, pesados, muy lentos. Poco a poco voy bajando cada escalón hasta el portal, hasta la calle...

Entro en la tienda de telefonía que hay al lado de mi casa y como en un último suspiro suplico al dependiente que me atienda.................... LOW BATTERY.

Se me cierran los ojos.



Han pasado cuatro meses y aún siento mucho dolor. No tengo prisa. Tengo toda una vida por delante. Sonrío.

Una melodía me arranca de mis pensamientos:

“Escapa, que la vida se acaba, los sueños se gastan....los minutos se marchan.

Siente la llamada de la libertad.....”

- Poco a poco- me digo suavemente mientras busco mi móvil en el bolso.

- ¿Si?. SÍ, SOY YO...


Me llamo Elena y hoy no tengo miedo.



TERESA GARCIA

martes, 13 de diciembre de 2011

Tenemos que hablar

“Tenemos que hablar” me digo en voz baja intentando que no me tiemble mucho la voz... A fin de cuentas esto no es más que un ensayo, uno de tantos.
Me retiro suavemente el flequillo de la cara sin apartar la mirada del espejo e intento una vez más creérmelo. “Tenemos que hablar” repito más fuerte pero más calmada.

Cierro los ojos intentando recordar aquellos ejercicios que aprendí muchas veces y en demasiados sitios. Respiro hondo y voy repasando mi discurso despacito. A fuego lento para no quemarme.

¿Y si no quiere que hablemos? Abro los ojos a golpe de exhalación.
¿Y si no me deja expresar lo que yo quiero? ¿Y si no soy capaz…?
Inhalo, exhalo, inhalo…...corro a mi habitación en busca de mi inhalador.

“Ahora no, ahora no” digo entre ahogos, no es momento de crisis de ningún tipo. Él puede venir en cualquier momento y si no consigo controlar mi respiración y mi ansiedad y mi…... sí, ¿porque no decirlo? mi miedo, esto será un nuevo ensayo ante mi espejo. Además de un nuevo fracaso.

Permito al inhalador hacer su labor, inspiro fuerte, dos veces como siempre. Respiro mi debilidad. Siento como mi boca se llena de ese sabor que tantas veces me salva el día pero del que me gustaría desprenderme de una vez por todas.

Hoy no me puedo venir abajo, hoy no. No lo soportaría más. Necesito que hablemos, necesito decírselo ya. ¿Por qué tardará tanto...?
Bueno yo a lo mío, ya llegará. Seguro que fue a tomar algo con los compañeros del trabajo.

“Respira, relájate” me dice una voz que me cuesta reconocer como mía.

“Sí claro, relájate” le respondo. ¡Como si fuera tan sencillo!

“Pues nada, ahógate y pásate otro mes frente a tu espejito haciendo pruebas de voz” dijo antes de que pudiera silenciarla.

Basta de charlas me digo recobrando energías. “Me he pasado media vida hablando contigo y no me ha servido de nada, ahora toca el momento de hablar con él.”

“Está bien” me dice despareciendo de mi garganta y de mi mente.

Miro el reloj de la cocina, las 21:15. Dejo a mis ojos volar sobre la mesa preparada para dos, sobre el ‘tupper’ semiabierto, los platos recién lavados, el suelo barrido y me invade un sentimiento agridulce de tristeza y espanto.

“¿De verdad quieres hablar con él?” me dice de nuevo la silenciada anteriormente.

Y por unos instantes mi silencio se convierte en un respuesta llena de ambigüedad.

“Ya no puede ser de otra manera” le respondo con cariño e incluso seguridad.

“Mira que si después te echas atrás vas a resultar más patética de lo que ya piensa que eres” se atreve a decir.

De nuevo me regalo unos segundos de silencio antes de contestarla.

“Te mentiría si no te dijese que tengo miedo, pero ya no puedo echarme atrás y lo sabes.”

“Ya, ya, si lo sé. Pero seamos prácticas….ahora hablas con él, si es que aparece, le dices lo que opinas ¿y luego qué?”

“¿Cómo que qué? ¿Te parece poco? Pues luego, me tendré que ir.”

“No me hagas reír. ¿Crees de verdad que te va a dejar ir después de lo que le vas a contar? ¿Acaso no le conoces?”

Salgo de la cocina y camino a oscuras por el largo pasillo que me lleva al salón, mi cuerpo está cansado, ayer apenas pegue ojo. Son las 21:35. Aún es pronto me digo, buscando desesperadamente algo de calma.

“Bueno, ¿qué? ¿No me respondes?”

“Cállate, por Dios, cállate de una puta vez. Déjame. Esta vez es diferente y lo sabes. Quiero estar tranquila hasta que él llegue. Lo vas a echar todo a perder.”

“¿Yo?” “¡Tendrás valor! Yo te conozco mejor que él y sé que hoy no será la última.”

“Yo me conozco mejor que tú y sé que hoy será la última.”

En la habitación se oye mi teléfono móvil, un mensaje. Me apresuro y mis nervios dejan al descubierto mis flancos débiles....corro hacia la habitación y leo el mensaje.
No es él. Maldigo a las compañías de teléfono con su agobiante información sobre promociones. Tiro el móvil contra la cama a la vez que dejo caer mi cuerpo sobre ella.

“¡Maldito seas!” digo. “¿Dónde coño estarás?”

Me ha dicho mil veces que no le llame al móvil, que si no viene es porque algo estará haciendo, que si algo pasa él me llama, que no le controle la vida.
¡Qué gracioso! ¡Que no le controle la vida! Suena hasta creíble. Al menos tú tienes vida, no como yo pienso en voz alta. ¿Y si le llamo y le dan de una vez por saco a todas sus órdenes?

“No lo hagas” me dice rápido la otra. ”Ni se te ocurra.”

“¿Por qué no? ¿No me crees capaz? ¿No decías que hoy no sería la última?”

Noto como mi pensamiento va tan veloz como mi respiración.

“Si le llamas, él vendrá enfadado y tus probabilidades de que te escuche e incluso de que no te insulte serán drásticamente reducidas. No le llames.”

Suspiro profundamente y le doy la razón. Me levanto de la cama e intento ocuparme en algo. Estoy nerviosa, no dejo de frotarme las manos. Debo calmarme de una vez, pero no es fácil, son muchos los intentos y muchas las retiradas. Hoy no será así
Si él llega enfadado no tendré ninguna opción, será mejor que espere tranquila. “Tranquila” repito con cierto retintín para que la otra se dé por aludida.

Me siento en el sillón y abro el libro que me estoy leyendo, le doy a mis ojos la sencilla orden de leer pero no están muy por la labor. “Esta decisión no es fruto de un arrebato” les digo, para que intenten hacer un esfuerzo y se concentren en leer. Están algo irritados pues esta mañana los tuve llorando un buen rato. No quieren leer. Yo tampoco.
Cierro el libro despacio y después los ojos. Silencio. “No hables” le digo a la que viene a atormentarme con preguntas.

El ruido de la puerta me despierta. No puede ser ¿cuánto tiempo ha pasado? Permanezco unos segundos inmóvil, observo a mi estómago encogerse, a mi mente cerrarse. Cada parte de mi cuerpo le teme, yo también.

“¿Qué haces ahí a oscuras?” me pregunta. Su voz no denota enfado pero tampoco calma.

“Estuve leyendo bastante rato y me debí quedar dormida” le miento.

“¿Has cenado algo?” le pregunto acompañándole hacia la cocina.

“Si, si...he cenado. Estoy roto, me voy a la cama.”

“Espera” le digo, pero su cuerpo ha girado ya hacia la habitación y mi voz no ha sido lo suficientemente fuerte.

Me quedo quieta en el pasillo, estoy muerta de miedo pero tenemos que hablar, tiene que ser hoy, no puedo más.

“¡No te ha dicho que está roto!” me dice con tono agresivo de nuevo esa voz que martillea mi cerebro incesantemente.

“Ya, pero si no lo hago ahora temo no ser capaz mañana” le respondo intentando ablandarla.

“No sé, pero si quiere acostarse no va a tener ganas de escucharnos.”

Es la primera vez que la otra habla en plural, que se solidariza conmigo, que parece comprender que ya no puedo más.

“Nunca habrá un buen momento, mañana se tendrá que ir rápido a trabajar, a mediodía, si viene a comer, querrá ver el telediario, luego marchará de nuevo...y así llevo demasiado tiempo, lo sabes de sobra.”

“Sí, es cierto” me dice suspirando y mostrándose más comprensiva de lo que acostumbra.

“Hagámoslo juntas, te suplico, te necesito a mi lado, siendo una que es lo que a fin de cuentas somos, confía en mí.”

“Tengo miedo” dice. “Yo también” le respondo, “pero las dos sabemos que tiene que ser hoy. Ya. Antes de que se acueste.”

Cuando entro en la habitación él está terminado de desvestirse. Le observo pero no pienso, ahora somos una y nada va a impedir que hable, ninguna duda ni valoración de última hora.

“Tenemos que hablar” le digo con voz tranquila pero fuerte, creyéndomelo.

“¿De qué tenemos que hablar?” me responde sin dedicarme la más mínima atención.

Sé que si le digo de ir al salón para hablar más tranquilos no va a querer, es más, puedo perder la oportunidad de hablar, e incluso puede enfadarse porque está cansado. No, no necesito un escenario....

“He conocido a alguien” me atrevo a decir.

“¿Qué?” repite sabiendo perfectamente lo que ha oído. “¿Puedes repetírmelo?”

“¡Cabrón!” pienso

“Que he conocido a alguien” repito más fuerte pero consiguiendo mantener el tipo.

“¿Qué significa que has conocido a alguien? Yo conozco a muchas personas cada día.”

“Significa que he conocido a alguien que me importa más que tú. Significa que he conocido a alguien por quien merece la pena vivir, alguien cuyos ojos me transmiten vida y alegría, alguien que no me juzga....ni me...”

Tomo aire y agradezco enormemente que no me interrumpa, por un instante empiezo a pensar en qué pensará él, pero acallo ese pensamiento a golpe de palabra....

“Significa que he conocido a alguien que quiere ser feliz, alguien que me escucha, que me comprende, que se muestra tolerante ante mis defectos. Que le gusta leer, escribir, escuchar música, pasear...todo aquello que tú aborreces.”

“¿Y puede saberse quién es ese súper-hombre?” responde con cierto sarcasmo, no mostrando ni pizca de preocupación por cuanto ha escuchado anteriormente.

“¿Para qué quieres saber quién es? Lo que debes saber es que no quiero seguir más contigo.”

“¿Estás de broma, no?” me dice con un tono algo más desafiante.

“No, no es ninguna broma, ese alguien a quien he conocido me ha dado la fuerza necesaria para poder hablar contigo.”

“Ese hijo de puta ¿ha estado en mi casa?” me pregunta a la vez que su cuerpo va tomando la forma que tanto habíamos previsto.

“Si” le respondo sin apartarle la mirada, aun sabiendo que en su lenguaje eso supone un acto de guerra. “Es mejor así.” le digo tranquila. “Me iré esta misma noche, no necesito nada.”

“Escúchame bien, porque te lo voy a decir sólo una vez. Tú no vas a ir a ninguna parte. ¿Lo entiendes?” Su voz no tiembla, tampoco su mano apretando mi cuello.

Me gustaría decirle que me hace daño, que me suelte pero en todos estos años he aprendido que si le muestro mi debilidad, más me aprieta. Doy una orden a mis ojos para que no lloren, para que no me fallen ahora. El tiempo se hace lento, cierro los ojos.

“¿Me has entendido?” repite soltándome bruscamente.

“¿Y tú? ¿Me has entendido tú?” me atrevo a responder.

Una bofetada hace que mi rostro gire hacia la puerta como escapándose antes que yo.

“No tenemos más que hablar. Y dile a ese alguien que como aparezca por aquí os mato a los dos.”

“Ese alguien a quien he conocido, cuyos ojos rebosan vida lleva mucho tiempo viviendo contigo pero yo no la conocía. Ese alguien a quien matarías si aparece por aquí, está delante de ti ahora mismo. Ese alguien a quien tú has llamado súper hombre no es otra que yo reconociéndome a mí misma...”

Una segunda bofetada mayor que la anterior hace que mi cuerpo se caiga al suelo, no así mi voz....

“Ese alguien a quien llamas hijo de puta por entrar en tu casa, lleva viviendo aquí demasiado tiempo, ese alguien hoy, al mirarse al espejo se encontró con una vida por vivir lejos de ti. Ese alguien se llama Eva, ¿te acuerdas de mi nombre?”

Una patada atraviesa mi costado. Temo que vengan más, pero ya no puedo parar...mi voz ha tomado la energía y las riendas....

“Tiene 41 años y se gusta a sí misma, y hoy se va a marchar para siempre de tu lado, por muchas bofetadas y patadas que me sigas dando. Lo difícil ha sido encontrarme pero ahora nada de lo que hagas puede pararme...”

“¿Estas segura de que nada puede pararte? Como cruces la puerta te mato” continuó al ver su pregunta sin respuesta.

“No puedes matarme porque ya lo has hecho durante todos estos años. Para ti estoy muerta, no para mí.”

“Como cruces esa puerta te mato” repitió con los ojos llenos de ira.

“No lo harás. Un hombre como tú no tiene valor para luego asumir las consecuencias de sus actos. No quieres ir a la cárcel y no te vas a suicidar como hacen otros hijos de puta como tú. Así que déjalo ya.”

A pesar de la seguridad mostrada todo mi cuerpo tiembla, tanto que me impide moverme despacio hacia la puerta.

“¿Qué hacemos?” pregunta ansiosa mi otra voz.

“Calla” contesto rápido.

El tiempo no va lento, se ha detenido. Y yo no tengo todas conmigo de que él pueda reaccionar de otro modo al que yo conozco. Busco fuerzas y empiezo a dar órdenes sencillas....a mis manos, a mis pies, a mis ojos, iros moviendo, reaccionar suave les susurro hacia dentro.
Por la tarde había preparado todo mi bolso con lo que necesitaba, llaves, dinero...etc.
Solo tengo que llegar hasta la entrada, después él no se atreverá a salir por los vecinos.

El hecho de que él haya parado sus ataques me desconcierta, me mantiene en una alerta hasta ahora desconocida. Soy consciente de que no tengo mucho tiempo ni espacio. Solo tengo que correr hasta la salida en cuanto vea la posibilidad de hacerlo.
Mientras llega ese momento permanecemos inmóviles en la habitación, él me da la espalda y yo me muevo de a poquitos, tan pequeños que ni yo los aprecio. Tengo la certeza de que cuando me mueva del todo será como en esos documentales que tanto he visto del león tras la gacela. Y no sé si seré como esas pocas gacelas que consiguen llegar donde el león no llega.

“Llegarás” me dice la otra pasando por alto la orden estricta de permanecer callada.

Y en ese mismo instante corro. Corro como no sabía que era capaz de hacerlo. Corro como en los deportes que él tanto ve. Corro como quien huye del fuego o del agua. Corro con millones de voces de mujeres diciéndome: ...”¡¡¡Corre!!!!”

No sé en qué punto del camino se paró el león. Sólo sé que yo estuve corriendo meses y meses y que hoy por fin tomé café con ese alguien a quien conocí. Y con la otra, claro....


de TERESA GARCIA

domingo, 4 de diciembre de 2011

Siete

Un mínuto, una palabra.
Un segundo, una mirada.
Un "te quiero", una caricia.
Un deseo, una esperanza.

Dos vidas entregadas,
madrugadas desveladas.
Dos almas abrazadas,
mañanas compartidas.

Tres besos robados,
un cruce de caminos.
Tres vidas que yo viviera,
en cada una por ti muriera.

Cuatro manos entrelazadas
en las frias noches calladas.
Cuatro acaricias entragadas,
previas a las calidas batallas.

Cinco dias compartidos
por cuerpos deseados.
Cinco dedos alborotados
en tus senos extasiados.

Seis meses separadas
por un trecho alejadas.
Seis suspiros susurrados
de latidos acompañados.

Siete pedazos sesgados,
dos corazones olvidados.
Seis lamentos llorados.
Siete gritos callados.

Camisón Carmesí

No importa donde vayas
ni donde te escondas,
que yo te encontraré,
en mis brazos te acunaré.

No importa lo que digas
tampoco lo que pidas,
que yo te embrujaré
luego te poseeré.

No importa lo que hagas
que mia tu serás, no te salvarás
de mis brotes de pasión
para arrancarte el camisón.

Deseo Desatado


ME ABRAZAS POR LA ESPALDA
ME ESTRECHAS CONTRA TU PECHO
ME GIRAS, ME BESAS, ME ABRAZAS.

CONTRA MI BOCA DESATAS UNA GUERRA
LABIO CON LABIO EN UN DUELO
LENGUAS QUE SE JUEGAN.

ME ATRAPAS EN TUS BRAZOS
ME EMPUJAS A LA PARED.
Y EN MI CUELLO TE DESATAS

SUJETAS MIS MANOS
DE TU CUERPO ME HACES PRESA.
DE MI DESEO TE HACES DUEÑA
ME LLENAS DE PASION

JUEGAS EN MI PECHOS
CON TUS MANOS Y LENGUA.
ME MUERDES, ME LAMES, ME COMES,
ME DESARMAS CON TU MIELES.

TE ESTRECHAS A MI CUERPO
ME ARRANCAS LA CAMISA,
DE ARDOR CONTENIDO
MI CORAZON SE DESATA.

ME QUITAS EL CINTURON
EN ARRANQUES DE PASIÓN.
ME DESABROCHAS EL PANTALON
PARA IR AL SIGUIENTE ESCALON.

GUIAS TU MANO POR MI PIEL
HASTA LOS PLIGUES MI MIEL.
DESEOS QUE BROTAN COMO FUEGO
DE MI SEXO EXALTADO

ME ACELERAS, ME ACALORAS
ME AMAS Y ME LLORAS.
DE PASIONES TANTO CALLADAS
TE LLEVAS MIS ENTRAÑAS.

TE ENREDAS CON TUS DEDOS
EN LOS PLIEGUES DE MI SEXO,
DE ACARICIAS ALOCADAS
AL CIELO TU ME LLEVAS.

MOVIMIENTOS SUAVES Y LOCOS
ME ALTERAN EN LO PROFUNDO.
EN TUS BRAZOS QUIEBRO Y MUERO,
EN LOS GEMIDOS DE MI ESPASMO.

Cómplice


Una mano que te ayuda
en lo hondo de una caída.

Un abrazo que te protege
cuando el dolor te hiere.

Un corazón que te abriga,
que las penas ahuyenta.

Un cariño no buscado,
de repente encontrado.

Una palabra de amiga dada
me hace ser afortunada.

martes, 29 de noviembre de 2011

Mi retiro



Salgo a pasear por la mañana, temprano, no serán más de las 8. Ha amanecido el día despejado y apenas hace frío. Desde hoy comienza una nueva vida para mi, después de toda una vida dedicada al trabajo ahora soy una jubilada más, ahora es hora de empezar a disfrutar lo que no he podido disfrutar antes, de hacer las cosas que no pude hacer, en definitiva de empezar a vivir de nuevo.
Ahora puedo disfrutar de mis paseos. Había pasado tantas veces por este mismo sitio, sin embargo nunca me había podido detener a mirar, a fijarme, a observar la naturaleza que me rodeaba en el corazón de la ciudad. Ahora me detengo en mi paseo observo los árboles, sus especies, sus colores… parece que esté descubriendo algo nunca visto antes, me resulta tan asombroso.
Aún no terminó de amanecer lo que le da un aspecto mágico al Parque del Retiro. Los árboles reflejados en el pequeño lago, en su quietud, le hace parecer un inmenso espejo. Asomo mi rostro buscando mi imagen reflejada en el agua. Descubro mi madurez, mis arrugas, pero no me siento vieja, no me siento mayor. Es la vida a mis espaldas lo que se refleja, la experiencia, las cosas aprendidas, los éxitos y los fracasos, mis temores, mis sueños encontrados, mis deseos anhelados.
Es la vida en si misma lo que veo en mi reflejo. La vida deja huella, y eso es lo más hermoso que tenemos. ¿Cómo podemos pretender que las olas del mar no dejen su rastro en la arena de la playa? ¿Qué nuestros pies no dejen huella en el camino al pisar? o ¿qué la lluvia no moje el suelo al caer?
No podemos ignorar, no podemos pretender, que nuestra vida no nos deje su propia huella.

Tierra



Miro al cielo de nuevo. Hace más de una se semana que no para de llover. La tierra ya no admite más agua, está encharcada y casi atragantada. Ha perdido su costumbre de beber, tanto tiempo sin caer una sola gota que ahora no puede digerirla. Miro mis olivos todos perdidos por el aguacero. No podré aguantar un año más esta situación. Dos años consecutivos la cosecha perdida. No es que tenga grandes hectáreas de terreno pero es la herencia de mi familia que tan duramente trabajó durante años para poder alimentarnos.
Miro al cielo esperando una tregua. El planeta Tierra está enojado con el hombre, por su falta de entendimiento ante los avisos que le está enviando. Poco a poco lo está destruyendo sin importarle su dolor. Tierra se defiende como puede de sus ataques, pero el hombre es tan engreído que se siente agredido cuando Tierra se defiende de sus propios ataques.
Miro al cielo con desconsuelo… Tenemos lo que nos merecemos…

Tormentos

Lamentarán el error del año pasado. Esa frase se repetía constantemente en su cabeza, una y otra vez. Nunca creyeron que aquel incidente, aquel error le fuese a pasar factura después de tanto tiempo. O simplemente quizá todo estaba siendo un juego perverso de su subconsciente, de su memoria.
Apenas podía recordar lo que había pasado. Estaban de celebración y había bebido bastante. No lo recordaba tan grave pero nadie de los que estuvieron presentes aquel día quería volver a hablar del tema. Apenas podía recordar la algarabía de la fiesta, y de repente sólo hubo gritos.

Día a día



Ha amanecido nuevamente. El día está gris, invita a no levantarse de la cama, a darse media vuelta y volver a dormir. Busco tus brazos, tu cuerpo para acurrucarme en tu pecho. Pero entonces me hago consciente de que ya no estás. De que hace días que te marchaste. Espero que el mar te devuelva a mis brazos como siempre, pero no puedo evitar sentir el miedo que me da la furia del mar.

Te conocí siendo un humilde pescador. Sabía los riesgos que corrías, que te jugabas la vida cada día para poder alimentar a tu familia.

Cada mes sales de nuevo a la mar, a jugarte la vida, sabes que es un trabajo arriesgado, pero es tu pasión. El miedo se apodera de mí durante el tiempo que estas en alta mar. No hay mayor miedo que la mar te arrebate de mi lado.

Como cada mañana me levanto a dar un paseo por la orilla, recordando el día que nos conocimos. Busco tus huellas en la arena por si hubieras regresado, y como si pudiera contestar le hablo a la mar:

-Protégelo, cuídalo. Sé que le amas tanto como yo. Pero si yo aprendí a compartirlo contigo, por favor, ten la bondad de compartirlo tú conmigo.

Quién sabe si me escuche…

Frío helador



Amanece Madrid bajo un manto blanco, sólo su visión hace estremecer los poros de mi piel. El frio traspasa las paredes, las ventanas, se apodera de mi. Las paredes de mi casa se congelan. ¡No puede ser, tanto frio no puede hacer¡
El hielo se está apoderando de todo, las paredes, las ventanas, las cortinas, la cama. Todo queda bajo una gruesa capa de hielo. Paso a paso voy retrocediendo, intento escapar del hielo que me persigue, pero es inútil. Me está rodeando, no puedo escapar. ¿Pero qué está ocurriendo?
Cierro los ojos como si así pudiera obviar lo que está ocurriendo. Mis pies empiezan a congelarse, no quiero abrir los ojos, no quiero mirar. Un frio helador asciende por mi cuerpo congelando mis músculos, mis articulaciones. Siento el frio llegar a mi pecho, apenas puedo respirar, mi corazón apenas lo siento latir. No puedo soportarlo más…
Sé que voy a morir. Siento que este será mi último aliento, mi último suspiro. Pienso en ti, tus palabras, tu voz. Entonces escucho tu voz, mi calma suave, que me serena en las tormentas. Y de nuevo mi corazón empieza a latir con más fuerza. Siento mi sangre correr de nuevo. Tu voz. Tu voz me da la vida, me invade, me da calor. Ahora sé que no moriré.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Anhelo

Anhelo,
tus besos
en la tibia madrugada.
Tus pasos
en la noche callada.

Anhelo,
tus ardores
en el epicentro del huracán.
tus pasiones
que me enloquecen a matar.

Anhelo,
tus caricias
en los centímetros de mi piel.
Tu palabras
susurradas como la miel.

Anhelo,
tu presencia
en mis sabanas enredadas.

Anhelo,
tu risa,
tu pelo,
tu aroma.
Anhelo de ti,
todo de ti.


17/05/2009

No Te Miento

que te quiero
no lo niego,
que te deseo
yo te digo.

Que te observo,
que te miro,
no te escondo
ya lo ves.

No te miento
si te digo,
que con él
no te puedo ver.
Que me duele
el corazón,
vaya desazón...


16/5/2009

En La Distancia

Te espero en la distancia,
Anhelando tu fragancia,
Escuchando tus palabras,
En mi mente atrapadas.

Te espero toda ansiada
De tu alma adorada,
De tu cuerpo adormecido,
De tu sexo abastecido.

Te deseo amor amado,
Tu cuerpo enamorado,
Tu sexo anhelado,
Tu orgasmo escapado.

Te deseo tu vientre,
Que es mi camino,
En mi piel ya grabado,
Directo a tu vertiente.

Te espero en la distancia,
Deseando tus caricias,
Mecerme en tus brazos,
Tanto tiempo deseados.

Te espero, te deseo,
Te amo, te anhelo,
Que se acorte la distancia,
Quiero ya tu presencia.



16-5-2009

El Deseo


Quiero sentir en mis labios
el roce de tu piel,
arder de pasión intinita
y al calor de tus ojos
deshacerme como la miel.

Quiero sentir tu calor
abrasando mi colchón.
Gozar de tu cuerpo
morirme de pasión.

Quiero sentir en mis dedos
tus jugos de mujer,
entre goces y juegos,
una y otra vez.

Quiero sentirte gritar
y hacerte vibrar.
Hacerte estremecer
hasta enloquecer.

Eres mi amor callado
mi sueño dorado.
Te quiero sentir, sólo sentir
porque tu me haces vivir.

Regálame tus besos,
sácame de mis sueños.
Dame tus anheladas caricias
que yo te daré las mias.

Regálame tu amor.
Te daré todo mi ardor.




15-5-2009

La Felicidad

He visto a un niño reir,
no reía por nada.
Reía por reir.
Sentado en el suelo
oía al abuelo cantar,
no cantaba por nada.
Cantaba por cantar.

Con la azada en la mano,
el abuelo canta
camino de la huerta.
Y al mirar atrás
observa al niño reir.

El niño en el suelo,
ve al abuelo trabajar.
El niño sigue riendo.
El abuelo sigue cantando.
Hoy he visto la felicidad.



(marzo 1996)

martes, 1 de noviembre de 2011

El aroma

Una noche cualquiera de verano sentada a la orilla del mar, mientras observaba las estrellas sentí un hormigueo por la espalda, por el cuello, que recorrió todo mi cuerpo. El aroma de su cuerpo, de su piel, me hizo perder el sentido. Mi mente se nubló y caí sobre la arena de la playa.
Fueron apenas un par de minutos los que perdí la consciencia pero fueron suficientes para ser consciente de que todo había sido un señuelo. Desperté en un cubículo minúsculo, atada de pies y manos, amordazada. Su aroma volvía a penetrar mi cuerpo, pero no había, estaba sola. De nuevo mi mente volvió a nublarse, cerré los ojos, no era capaz de mantenerlos abiertos.
De nuevo recuperé la consciencia pero era extraño, habían sido unos segundos apenas y volvía a estar de nuevo sentada junto a la orilla del mar. Qué cosa más rara. ¿Será que todo fue un extraño sueño?


Bullying

Bicho gafoso de mierda me gritaban continuamente. Era el más enclenque del colegio, un debilucho. Los chicos de mi clase la tomaron conmigo, eran más grandes y más fuertes. Me quitaban el bocadillo en el recreo, me golpeaban con el balón, me tiraban del pelo. Yo intentaba defenderme pero era inútil, no podía contra ellos. Durante tres años me trataron como un mierda hasta que cumplí los catorce años, entonces yo crecí y me puse más fuerte que ellos, empecé a rechazar sus insultos y sus golpes. Los matones empezaron a temer al enclenque. Ya no volverían a hacerme daño.


Pensamientos

Quisiera poder decirte tantas cosas, pero las palabras no me salen. Es tan difícil describir los sentimientos, expresarlos tal y como uno quiere, que una se vuelve loca intentando buscar la manera de hacerlo. Pero he llegado a la conclusión de que cuanto más lo intento más me cuesta, por lo tanto voy a dejar de hacerlo. Dejaré que sea mi corazón el que hable aunque diga cosas sin sentido, cosas inconexas, y es que a veces parece que hable un idioma diferente que soy incapaz de traducir al papel. Se lo que trata de decirme pero no sé cómo expresarlo.

Como poder decirte con palabras que mi corazón salta, baila y ríe cuando te ve, que con sólo leer tu nombre mi cuerpo se agita. Como decirte que cuando no te encuentro me pongo nerviosa, que me preocupan tus silencios por si te ha ocurrido algo. Que cuando estás mal lo siento dentro de mí, que siento en mi corazón cuando estás triste o baja de ánimo.

Siento que te conozco desde siempre, desde antes de haberte encontrado sabía que llegarías a mi vida, que tenías que aparecer. Quizá sea el destino que te tenía predestinada a mí, o simplemente es así como yo lo quiero creer. Realmente eso ya no importa tanto porque ya nos hemos encontrado.

Sé que no tengo mucho que ofrecerte, solo el amor que tengo dentro, mis caricias y mis mimos. Mis risas y mis llantos. Mis alegrías y mis penas. Mis sentidos, mis sentimientos. Quiero compartirlo todo contigo, que seas testigo de mi vida, de mis días y mis momentos, y yo ser testigo de los tuyos.

Como poder decirte que no se estar sin ti… que lo eres todo para mí.





Un grito de amor

Tengo ganas de reír, de cantar y de bailar. Tengo ganas de gritar al mundo que por ti mi alma vuela por nuevos mundos, por nuevos cielos, buscando nuevos caminos. Que mi corazón te busca a cada momento, en cada rincón.

Quiero gritar al mundo que en tus brazos me quiero acunar, sentir el calor de tu cuerpo, el ritmo de tu corazón. Fundirme en tus abrazos, en la humedad de tus besos.

Al mundo quiero decir que tú me haces feliz, que de mi lado no te dejaré ir.

Al mundo quiero gritar: ENAMORADA ESTOY DE TI

No estoy sola

Verán, hace unos días me compré un libro, había leído algo de él pero lo poco que había leído de él me gustó. Así que me decidí y me lo compré. Ya había leído poemas e historias de la autora pero nunca había leído un libro suyo.

Me leí el libro casi de tirón, me enganchó he de decir. No soy en absoluto crítica literaria ni nada por el estilo, pero me considero buena lectora (mejor lectora que aprendiz de escritora) y este libro NO ESTOY SOLA, me gustó mucho. Por supuesto también habrá gente a quien no le guste, como pasa con todo. Pero dejemos los gustos ahora aparte.

Bien, a lo que iba. Poco después de leer el libro, una semana habría pasado no más, por azares de la vida me enteré de que la autora de NO ESTOY SOLA venía a Madrid a promocionar su libro y a echar unas firmitas, y yo no corta ni perezosa allá que me fui para que plasmara su firma en mi libro. También he de decir que su autora me encanta, Nuria de Espinosa, y tenía unas ganas locas de conocerla. Pues allí estaba yo en la promoción del libro esperando mi turno para recibir su firma, y la verdad para ser una autora todavía desconocida había gentecilla esperando, ya quedaba poco para que me tocara, apenas dos personas. Llegaba mi turno, me estaba poniendo nerviosa, palpaba el bolsillo de mi pantalón, traía un pequeño regalo para ella.

Por fin la tenía ante mí, era mi turno. Yo sabía quién era ella, pero ella no sabía quién era yo, esperaba que mi pequeño regalo se lo descubriera sin necesidad de decírselo, sin necesidad de palabras. Dejé mi libro sobre la mesa en la que estaba firmando, me preguntó si quería que pusiera algo en especial, en ese momento extraje de mi bolsillo la cajita con el pequeño regalo que le traía y lo dejé encima del libro. Ella lo abrió con sumo cuidado, con delicadeza, entonces me miró asombrada, me había reconocido, no hicieron falta las palabras… De la pequeña cajita sacó un pequeño corazón, lo estrechó en su mano y entonces se dispuso a escribir su dedicatoria en mi libro. Me lo devolvió en la mano con una amplia sonrisa, le devolví la sonrisa con la pícara mirada que acompaña a mis escritos. Me di la vuelta y dejé paso al siguiente lector.

Me paré a unos metros de ella. Estaba ansiosa por leer lo que me había escrito. Abrí el libro por la primera página y ahí estaba de su puño y letra:

Gracias por cuidar de mi corazón.
Nuria de Espinosa




No cabía duda alguna, me había reconocido.





(Nada de lo escrito aquí es real, excepto el título del libro y el nombre de la autora, quienes sus amigos por aquí ya conocen) Tan sólo es un homenaje a su persona, a su amistad y a su buen hacer.

Por la vereda de tu escote

Sueño tu escote tan reciente anunciado.
Perderme en tus montes de rosas perfumado.
Morirme en ellos de deseo enredado.

Liberar de su cárcel dos ansiados botones
Que en mis manos arden llenos de pasiones.
Dibujar con mi lengua tus aureolas excitantes.

Por la vereda de tu escote
A ti, mi complice, te responde!!!

lunes, 31 de octubre de 2011

Llora Madrid


Madrid llora
Madrid grita
La rabia y la impotencia nos dominan
Nos han matado por dentro

Con el alma desgarrada
Con el corazón destrozado
Llora Madrid
La muerte de nuestros amigos
La muerte de nuestros hermanos
De nuestros padres
De nuestros hijos...

Nos han matado por dentro
Nos han quitado la vida
Nos han roto el alma

Ya no importa si ETA
Ya no importa si ALKAEDA
Ya... estamos muertos

LLORA MADRID
GRITA MADRID
NO MAS MUERTES
NO MAS SANGRE

DEJADNOS VIVIR
CON UESTRA VIDA NO SE JUEGA



(Para victimas y familiares del 11 M)


(13 MARZO 2004)

Alas al viento

Abre tus alas al viento
y déjate llevar.
Que tus sueños te guíen,
que tu mente te transporte,
hacia un mundo nuevo,
un mundo sin guerras,
un mundo de paz.
Un mundo de ensueño.

Abre tus alas al viento,
continuamente, eternamente,
siempre alas al viento.

Abre tus alas al viento
y déjate llevar.
Que tu corazón se sienta libre,
libre para amar,
libre para pecar.
Libre para volar.

Abre tus alas al viento,
continuamente, eternamente,
siempre alas al viento.



(1993)

sábado, 29 de octubre de 2011

Una palabra


Una sola palabra bastaría
para hacerme enloquecer.
Sólo una, una bastaría
para hacerme estremecer.

Una palabra tuya,
de tu boca delirante,
sólo una ya sería
para mi la mas importante.

Una palabra anhelo
escuchar de tus labios,
más sólo yo sueño
el perderme en ellos.

jueves, 27 de octubre de 2011

Fuego

Llamaradas de amor
recorren mi cuerpo,
cuando tu me miras
mi cuerpo se abrasa,
el fuego me quema.

Y ¡ay! si una caricia tuya
se posa en mi cuerpo,
el fuego me devora
por dentro como
pasto por las llamas.

No me mires con esa mirada
tuya, tan pícara,no...,
no me mires. Que sólo
con mirarme mi cuerpo
se quema.



(Foto de Chema Madoz)

Quiero ser

Quiero ser
la suave brisa del amanecer,
ser dulce caricia en tu piel,
beber de ti el jugo de tu miel.
Quiero ser
de tus besos el fuego
que quema mi cuerpo,
ser de mis cabellos mechón
que se desliza en ti sin tesón.
Quiero ser
de tus dedos las yemas
que embelesados dan caricias
en un cuerpo enamorado
de un amor encontrado
Quiero ser
la mirada ardiente
que mi ser pretende,
ser el fuergo en tu sexo
de mis más tiernos deseos.
Quiero ser
el susurro desesperado,
nombre en lanoche clamado.
Ser el grito ahogado
de un fuego apasionado.
Quiero ser...
de ti quiero ser



VER EN http://www.youtube.com/watch?v=l4syQOPr19Y

Me niego


me niego a seguir escuchando más mentiras y falacias.
me niego a despertar de madrugada y descubrir que no estás.
me niego a luchar por tus deseos y no por mis sueños.
me niego a despertar cada mañana en un mundo cruel.
me niego a dejar de sonreir por un momento de desilusión.
me niego a dejar de reír si me siento feliz.
me niego a dejar de ser yo sólo por el que dirán.
me niego a perder a un amigo por no saberle ayudar.
me niego a dejar de soñar...
me niego...

¿y tú? ¿a que te niegas tú?

Sólo tú

Sólo tú llenas mis mañanas con una nueva luz, apareces de la nada como angel protector. Ya no hay penas que me aprisionen, no hay tristeza en mi corazón.
Sólo tú llenas mi vida con tu voz, con tus risas, con tus tiernas palabras, con tus besos en la distancia.
Sólo tú amor, eres mi presente mas consciente, mi locura mas inconsciente. Sólo tú... mi bendita locura

para mi bella flor, mi angel, mi locura

Mi ángel

Cada noche entras por mi ventana para velar mis sueños. Me acompañas mientras duermo y mi cuerpo ya sereno se sumerge en una nueva realidad en la que mi ángel adquiere vida y forma, cuerpo y alma, aroma y tacto. Ya no eres ángel protector, eres ángel seductor. Me llevas hacia mundos ya conocidos de erotismo y deseo, mi cuerpo ya febril pierde su control, ya no tengo dominio sobre él. Tus alas de ángel me envuelven atrayéndome hacia ti, me aferro a tu cuerpo desnudo buscando tu calor, tu aroma… Me pierdo en ti, en tus besos, en tus caricias inocentes, caricias de aprendiz, caricias ardientes.

Calmas mi sed de fuego con tus besos en mi cuerpo. Enciendes mi pasión, mi descontrol. Mi respiración se acelera con cada uno de tus besos, con cada una de tus caricias. No existe nada a nuestro alrededor, sólo tú y yo, nuestros cuerpos encendidos. Sólo el azul celeste del cielo nos rodea nada más necesitamos. Sólo tú y yo. Mi ángel. Mi amor.
Oigo voces a mí alrededor. No quiero mirar, desviar la mirada de la sensualidad que hay en ti. Separarme un milímetro de ti sería como perderte… No quiero mirar. No quiero moverme. Las voces me llaman en susurros, claman mi presencia…No quiero volver.
Nuestros cuerpos se aferran a mis sueños para no despertar y no volverse a separar, y seguir siendo un mismo ángel.

Quiero

Quiero ver tus ojos
luchando por vivir.
Quiero ver tus labios
hartos de sonreir.
Quiero ver tu mirada
radiante de felicidad.
Quiero ver tus manos
amarrarse a las mias.
Quiero ver tu cuerpo
abrazando mi cuerpo.
Quiero, quiero,
todo de ti...
Te quiero a ti.

Caos

Arena, sólo arena me rodea.
Miro a mi alrededor,
y no veo nada...
solo arena, arena
y más arena.

Mi cuerpo se descontrola,
mi corazón se acelera,
mi sangre se congela.

Mi ojos gritan ayuda,
mi voz enmudece
ante la desesperación.

Sacadme de aquí...
me abruma tanta soledad!

Bestia animal

Bestia animal
la que llevo dentro,
que me hace llorar,
que me hace gritar,
que me hace desesperar.
Quiero arrancarte de mi,
dejar de delirar.
Bestia animal,
aléjate de mi
que ya no quiero sufrir!

A ti

A ti, que cada mañana
me haces sonreir.

A ti, niña mia,
que contigo tengo
ganas de pisar el mundo.
Que me haces reir,
reir del mundo
reirme de mi.

A ti, niña mia,
que das ganas de vivir.

Un grito desesperado

¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ ESTAS HACIENDO ESTO? ¿NO VES EL DAÑO QUE ESTÁS CAUSANDO? ¿QUE NOS ESTÁS DESTROZANDO LA VIDA? ¿NO ES SUFIENTE EL DAÑO QUE CAUSAS SIEMPRE?
¡¡¡¡AAAHHH, CLARO QUE AHORA TE VINO EL INSTINTO DE SUPERACIÓN Y QUIERES SER PEOR TODAVÍA!!!!! PUES LO ESTAS CONSIGUIENDO, TE HAS SUPERADO CON CRECES.
COMO ES POSIBLE, DIMELO, DIME ALGO RAZONABLE PORQUE NO CONSIGO ENTENDERTE… LLEVAMOS TANTO, TANTO, TANTO TIEMPO ESPERÁNDOTE Y AHORA QUE POR FIN TE DIGNAS A APARECER TE QUEDAS EN LA PUERTA. ¿POR QUÉ ERES TAN CRUEL? ¿POR QUÉ NO ENTRAS DE UNA VEZ? DEJA DE SER TAN ORGULLOSA Y HAZ LO QUE DEBISTE HACER HACE YA TIEMPO, HAZ LO QUE HAS VENIDO A HACER, PERO SI NO LO VAS A HACER MÁRCHATE DE UNA VEZ Y DEJANOS TRANQUILOS….
¡¡¡¡NOOO!!!!…¡¡¡¡ESPERA!!!!… ¡¡¡¡NO TE VAYAS!!!!... ¡¡¡¡VUELVEEEE!!!!
¡¡¡¡ TE LO SUPLICO, TE LO PIDO!!!! POR FAVOR, HAZ QUE DEJE DE SUFRIR….
Nunca creí que acabaría suplicándole a la muerte:
¡¡¡Por favor, permite que descanse, llévatelo contigo!!! ¡¡¡DÉJALE MORIR EN PAZ!!!

Falsa Hipócrita

Una vez te dije que te quería, creí que nunca llegaría a lamentarlo, pero ahora lo lamento. No me arrepiento, porque sólo me arrepiento de las cosas que no hago, no de lo que hago. Creí que podía confiar en ti, que eras mi amiga, pero me utilizaste, me traicionaste, me engañaste… ¿cómo he podido estar tan ciega? ¿Hacia qué lado estaba mirando yo mientras tanto para no darme cuenta? Pero sabes que… me he dado cuenta gracias a ti quién es un verdadero amigo. Si, te doy las gracias por ello.
Pero aunque me duela haber descubierto esto, siento decirte que no me ha quitado el sueño ni he perdido las ganas de reír ni de vivir, hace tiempo que me inmunice contra este tipo de situaciones. Si piensas que soy una lesbiana pervertida, piénsalo, cada cual es libre de pensar lo que quiera, no voy a sufrir por ello. Soy inmune, recuérdalo. Pero tampoco olvides quién estuvo a tu lado cuando realmente lo necesitaste, cuando te encontrabas sola. No olvides que cuando te sientas sola y abandonada (porque ese momento te llegará de nuevo, y lo sabes), yo, ya no estaré ahí, porque no me vas a encontrar.
He tardado en darme cuenta de quién eres realmente, pero como dicta el refrán: NUNCA ES TARDE SI LA DICHA ES BUENA.




(16/8/2009)

Rabia

¿Alguna vez han tenido un mal día de trabajo? pero no uno malo cualquiera, no. Me refiero a uno de esos en los que la parte más animal que llevamos dentro sale a relucir, en los que la rabia y el mal genio se apodera de nosotros, hasta tal punto que su mente divaga entre opciones posibles para desacerse de ese inutil el cual te hace sentir asi, porque por su culpa, has de repetir el trabajo, es decir hacer dos veces tu trabajo en la misma jornada de trabajo, y para más cabreo en un día tan señalado como un Domingo. Pues asi, señores me siento yo hoy. He pasado desde planear un asesinato como un suicidio a la desesperada intentando cortarme las venas con un cuchillo de plástico, si es que una ya no sabe que hacer en tal situación...
Afortunadamente mi turno de trabajo terminó, pero tenía que sacar todo esto fuera antes de que me consumiera la rabia. Gracias por haberlo leído a quien lo haya hecho, y a quien no lo haya leido también, por dejarme un espacio donde desahogarme.



(9/8/2009)

Entrevista a un sofá

Pues aquí nos encontramos. Vamos a hacer una entrevista a un… como decirlo… noble mobiliario. El sofá de Talestris.

-Dinos SOFÁ, ¿desde cuándo estás con ella?
-Lo primero ante todo decir, que ya va siendo hora de contarlo. Llevo mucho tiempo callado. ¿Sabes? Talestris voy a contarlo todo, todos esos secretos que tienes guardados, esos que nunca contarías por ti misma porque tu solita te avergonzarías. Estoy cansado de guardar secretos. Además de han dado una buena suma de dinero.
-Habíamos quedado en que eso sería un secreto, que no contarías que yo te he pagado.
-Sí, sí, ya sé que eso es lo que hemos hablado, pero aún no te hs enterado que estoy cansado que guardar secretos….
-De acuerdo, está bien, de todas maneras ya lo has dicho. No pierdas más tiempo y habla.
-¿por dónde quieres que empiece?
-habla, sólo habla, te doy libertad absoluta para contar lo que quieras.
-Recuerdo la primera vez, cuando nos conocimos… era una muchacha tan linda, tan buena…
-¿era? ¿es que ya no lo es?
-se ha vuelto un poquito rebelde… no me trata tan bien como antes, con el cariño que yo la tengo.
-claro, el roce hace el cariño…
-¡el roce!… mmm y que roces…
-¡oye! ¡Que te suben los colores!
-si es que cuando pienso en ella, me acelero, me pierdo, me tiene loco, que le voy a hacer.
-parece que lo tuyo es algo más que cariño.
- si bueno… es que han sido muchos años juntos, y por más que uno quiera uno no es piedra, ya me entiendes.
- te entiendo si, más de lo que crees.
-¿Y que hay de esos roces? ¿Qué nos puedes contar?
-verás, lo que más recuerdo, es la primera vez… me ruborizó solo de pensarlo… La primera vez que la vi desnuda. Tengo esa imagen grabada a fuego en mi mente…
-No te pierdas en tus pensamientos. Cuanta detalles escabrosos de ese momento.
-¿detalles escabrosos? ¿Sabes qué? Que no te voy a contar nada, me lo he pensado mejor. Prefiero guardarme sus secretos para mi solito.
-¡Pero si te he pagado un dineral! ¡No puedes hacerme esto!
-Claro que puedo. ¡No quiero acabar de patitas en la calle! Además quiero seguir manteniendo su respeto.
-Devuélveme el dinero. ¡AHORA!
-Demasiado tarde. Ya está invertido. Le compré un billete de avión, primera clase, rumbo Nueva York. Que se encuentre con su Ser. Quiero verla feliz.
-¿lo tenías planeado desde el principio verdad?
-¿la verdad? SI, ESA FUE SIEMPRE MI META.




(19/6/2009)

Bloqueo mental

Hoy tengo ganas de escribir, quiero contar una historia y no sé por dónde empezar. Por el principio todos me dirán. Fácil si sabes ya lo que quieres contar, pero yo hoy, no tengo ni idea de la historia que voy a escribir. Me vienen muchas ideas a la cabeza, muchas historias que quiero contar, pero ninguna se fija como para poderla plasmar.
Cosas que van y vienen, comentarios que oyes, cosas que ves, sentimientos que vives o que sufres. Todo se mezcla, no lo puedo desenredar. Pero que caos, ¿Qué puedo hacer? ¡Menudo bloqueo mental!
Escribo mis ideas en un papel, buscando una salida a este embrollo cerebral…
-Un niño chiquito de apenas tres añitos está con su hermanita que no llega a un mes, él se siente mayor y la ha de cuidar (es la imagen grabada de mis sobrinos)
-una mujer maltratada, herida y humillada, culpada por su familia de su propia desgracia.
-Un ladrón, un robo, un botín encontrado a las afueras de la ciudad.
-Una empresa, un despido, una empleada que se declara lesbiana.
Me asaltan las ideas y no se por donde, ¿quizá una historia donde las pueda mezclar?



(16/5/2009)

Abuelo

Recuerdo abuelo, cuando de chiquita, me sentaba en tus rodillas para jugar contigo, para escucharte contar historias. Historias de cuando eras niño, de cuando conociste a la abuela, de la guerra civil, de la gran batalla del Ebro.
Recuerdo cuando nos llevabas en brazos a la cama. Nosotros te pedíamos, te hacías el duro, te resistías pero siempre cedías. Nos subías a la cama como a dos críos chicos, nos poníamos el pijama y nos arropabas con un beso y unas buenas noches.
También me viene a la mente cuando nos llevabas al huerto para ayudarte a recoger las patatas y nosotros pobres críos de ciudad, incultos en el campo, inocentes y torpes, pisábamos donde no habíamos de pisar y sin querer echábamos a perder las hortalizas que estaban por crecer. Y tú, abuelo, como siempre nos echabas la bronca y nos enseñabas a movernos por el campo, y con los años le fuimos cogiendo el gusto a acompañarte a ir a la huerta.
Ahora es tu biznieto quien se sienta en tus rodillas buscando tus juegos y tus historias, pero tu abuelo, que andas perdido en tu memoria y vuelves a ser un niño, no eres capaz de responder, pero a él no le importa, con abrazarte ya se conforma.
Hoy, abuelo, que andas de nuevo en tu niñez, vagando por tu memoria de infante. Hoy, abuelo, que la vida se te empieza a escapar de las manos, cuando ya no tienes las fuerzas necesarias para respirar. Hoy, abuelo, te quiero dar las gracias por todo lo que nos has dado, por todo lo aprendido de ti, por tus historias, por tus juegos, por tus cariños y también por tus broncas por nuestro mal hacer. Pero sobre todo abuelo, quiero darte las gracias por todo el amor que nos has dado y nos has enseñado a dar.
Te quiero abuelo, siempre vivirás en nuestra memoria.



(14/5/2009)

Mi ligue de anoche

Rondaban cerca de las tres y media de la mañana, apenas llevábamos una hora en la discoteca, aún intentando meternos en la situación de la misma pues he de decir que sinceramente la música no era de nuestro estilo, toda salsa y bachata, y demás, y no es que tengamos nada en contra pero a nosotros como que nos pega más el pachangueo español.

Pues así estábamos todos, los cuarenta que íbamos, con el primer cubata en la mano (eso si después de unas cuantas copas de sangría durante la cena) intentando mover los pies y el cuerpo al ritmo musical cuando, a la que aquí os escribe, un hombre o más bien personaje se le acerca buscando un poco de roce. ¡Ay señor, que momento! ¡Que bochorno! ¿Adivinan mi respuesta? De mi boca sólo pude articular, un NO GRACIAS toda llena de vergüenza y de bochorno, Y los que allí estaban, mis amigos y compañeros me miran y ríen, y dicen: “este tío miro en la dirección equivocada” y es que si ustedes de algo de mi ya leyeron entonces comprendieron que yo amo a las mujeres, que lo hombres como amigos, que no me busquen para nada más. Y yo, inocente de mi, creí que mi respuesta ya le bastaría y que a su sitio volvería. Pues por un rato lo hizo, pero al ataque volvería.

Y es que ustedes verán, si hubiese sido un jovencito ya madurito (a eso me refiero entre los 25 y los 35 años) al menos para un bailecito, una hubiera hecho el esfuerzo, pero cuando una se da la vuelta y lo que se encuentra es a un señor ya madurito, ya pasando los cincuenta, y siendo más bien feo pues una que ni se lo piensa y en el acto lo rechaza.
No se el tiempo que pasó, sólo recuerdo que el segundo cubata ya teníamos en la mano y que bailando (o intentándolo mejor dicho) yo me encontraba una de esas salsas con una de mis amigas, cuando el mismo personaje a mi lado otra vez se encontraba y casi al oído y sin darme tiempo a alejarme el muy tonto me dice: “por ti 3000 kilómetros andaría”, que si patatín, que si patatán. Y es que no se entera que él a mi no me interesa.Y de nuevo le digo NO GRACIAS, NO ME INTERESAS.

Así, les puedo asegurar que huyendo de sus garras la noche pasé, pues dos negativas no le bastaron que tres veces más me viniera a abordar. Hasta la misma puerta de salida ya, al punto de marchar, de nuevo me intento abordar, pues por suerte abortado fue el ataque que al coche nos subimos y a casa ya pudimos marchar.

Hasta aquí llegó la historia de mi salida de anoche. Espero la disfruten pues a pesar de cierto personaje yo mi noche también disfruté.

Te confieso

Hoy he decidido que te lo voy a contar. Ya no puedo callarmelo más. He de confesarte algo que probablemente cambiara para siempre nuestra amistad.
Espero que no me odies después de haber leido esto.
Realmente no se como decirtelo... No se como ha pasado. Te juro que he hecho todo lo posible para que no ocurriera, pero cuanto más intentaba pararlo mas fuerte se hacía.
Me he enamorado de ti y eso me está volviendo loca. Me siento culpable por sentir lo que siento, por no haber sido lo suficientemente fuerte para denertlo.
Necesito tenerte cerca cada día de mi vida. Sin ti me siento perdida. Sin quererlo te has convertido en el ancla de mi vida. Me haces sentir que estoy viva, que tengo los pies en la tierra.
Me haces tanta falta que necesito alejarme para curarme de ti. Necesito dejar de sentir lo que siento por ti o acabará matándomme por dentro.
Te amo sin remedio, aunque se que jamás entiras lo mismo por mi..
Lo siento si contarte esto te hace daño, en ningún caso esa es mi intención. por nada del mundo haría nada que te hiciera sufrir...
Quiero que seas feiz, con la persona que tu elijas. Si tu eres feliz, yo también lo seré.
Que nadie se interponga en tu camino hacia la felicidad niña mia...





(21/4/2009)

Seda y terciopelo

He extendido mi brazo en la cama como tantas otras noches, y te he encontrado… He encontrado tu cuerpo hasta ahora desconocido.
Me enredo de nuevo en tu sedoso cuerpo aun caliente tras la batalla sexual. Mis manos se entrelazan en tus ansiadas manos, asiéndome con fuerza para no dejarte escapar.
Mi boca busca la tuya como un sediento el agua de un aljibe. Saboreo tus labios con pasión infinita, y mi lengua se pierde en lo profundo de tu boca.
Mis pechos desnudos abrazan a los tuyos. Beso tu cuello despacio, suave… Besos chiquitos, besos tiernos… Me deslizo por tu cuerpo hasta llegar a tus pechos. Como me gusta deleitarme en ellos, mirarlos como si fuera la primera vez… Dibujo con mi lengua caminos invisibles entre tus pezones, jugando con ellos, lamiéndolos, besándolos.
Mis manos aún amarradas a las tuyas, te sujetan con firmeza teniéndote a mi merced. Me suplicas que te libere, que ya no aguantas más, pero yo me niego, te sigo sujetando. Te estremeces bajo mi cuerpo, te agitas de placer, gimes y suplicas… Pero yo te sujeto.
Mi lengua sigue su camino desde tus pechos hacia tu abdomen, muy despacio, muy lentamente, recreándome en cada centímetro de tu piel. Descanso mi rostro sobre ti, sintiendo tu agitado respirar, escuchando tu corazón asalvajado atrapado en el centro de tu estómago.
Y tú mientras me suplicas. Pero no. No hay suplicas que hoy me valgan, estas a mi merced.
Inicio de nuevo mi descenso, incitada aún más por tus suplicas de liberación. Me pierdo en tu ombligo suplicante, juego en el al compás de tu respiración, y sigo descendiendo, lento, lento, muy lento hasta llegar a tu sexo.
Tu agitación aumenta, gimes, suplicas…
Ignoro tus suplicas y sigo mi camino hacia tu sexo.

¡¡¡¡¡¡SON LAS 6 DE LA MAÑANA, BUENOS DIAS DESDE EUROPA FM!!!!!!!

Maldito despertador!!!!!!!!!






(20/4/2009)

Abril (3)

¡Ay! niña mía
que por fín has llegado.

Ojos de miel,
que te adornan el rostro,
enormes vemtanas
que se abren al mundo

Manitas de tercipelo
que se agarran a la vida
para, en el intento de su vida,
no llegar a caer.

Ay! mi niña de Abril
que fragil te veo en mis brazos,
parece que te fueras a romper...

Niña mia...
te digo que te quiero
y siempre te querré!



(11/4/2009)

Abril (2)

Ya es hora, niña mia,
que de decidas a salir.

Que ya te quiero ver
y en mis brazos tener.

Por fin te llegó la hora,
de a este mundo venir.

No tengas miedo en llegar,
y no dejes de luchar.

A este mundo vendrás,
y mucho amor tendrás.



(7/4/2009)

Amiga Mía

Amiga mia...
Hoy te quiero decir,
lo que con palabras
me cuesta tanto expresar.

Hoy te digo amiga mía,
que a tu lado yo siempre estaré,
que hagas lo que hagas
yo siempre te apoyaré.

Hoy te digo amiga mia,
que por nuestros caminos
a veces llanos, otros angostos,
yo te tenderé mi mano
para ayudarte a levantarte.

Hoy te digo amiga mia,
que digas lo que digas
a veces bueno, a veces malo,
con la mano tendida
y el corazón abierto
yo lo aceptaré.

Amiga mía...
hoy te quiero decir:
GRACIAS POR EXISTIR.



(4/4/2009)

Tus ojos


Dejame ver tus ojos,
tus ojos de caramelo.
No me los escondas,
déjame verlos niña mía
que ellos me dan la vida.

Déjame ver tus ojos,
tus ojos de fuego.
Déjame perdeme en ellos
para recibir tu calor,
para sentir tu pasión.

Déjame ver tus ojos,
tu ojos de león.
No me los niegues.
déjame refugiarme en ellos
y sentir tu fuerza niña mia.

Déjame ver tus ojos niña mia
que tus ojos me dan la vida.


(4/4/2009)

Quiero sentir


No he visto tu piel
deseada y tanto,
tanto tiempo soñada.


Sueño tus labios
saciando mi sed
de tu color carmesí.


Sueño tus pechos
rozando los mios,
tus pezones
fundiéndose en los mios.


Sueño tu cuerpo
agitado y extasiado...


Sueño tu cuerpo
tras regalarte un orgasmo...




(4/4/2009)

La Niña de Chamberí

Erase una vez una niña pequeña que vivía en un barrio de Madrid, en el más castizo de todos, en el barrio de Chamberí.

Tenía por aquel entonces unos ocho añitos, todavía una niña, pero lo suficientemente mayor para saber lo que quería. Era el día de Reyes, y como niña que era apenas durmió esperando el momento de abrir los regalos que los Reyes Magos habían dejado para ella y sus hermanos. Se levantó muy temprano, casi rozando el alba, y con toda su ilusión entró llena de alborozo a despertar a sus padres: “¡PAPÁ! ¡MAMÁ! ¡DESPERTAD! ¡¡¡¡¡¡¡YA LLEGARON LOS REYES!!!!!!!

Los padres contagiados de la alegría e ilusión de su hija fueron hacia el salón, donde ya estaban sus hermanos esperando totalmente impacientes la llegada de sus padres y su hermana.

Cada uno fue abriendo sus regalos, que como no los Reyes Magos habían puesto el nombre de cada uno de los niños en sus respectivos paquetes. Coches teledirigidos, patinetes, balones, muñecas, patines, minicomputadoras, discos de música… Multitud de regalos andaban ya mezclados por el suelo, pero aún quedaba uno que llevaba el nombre de nuestra protagonista.

Sabía por alguna razón que ese regalo iba a ser especial y no se equivocaba. Abrió el pequeño paquete totalmente nerviosa, y al abrirlo se encontró con el regalo más preciado que haya tenido nunca. Era un pequeño diario, blanco, muy blanco, tan blanco como la nieve. Lo abrió por la primera página, descubrió que algo tenía escrito:
“hermanita mía, aquí tienes un regalo especial de parte de tu Rey Mago favorito para que plasmes en el todos tus pensamientos, deseos y anhelos que vivan y vibren en tu corazón, y así hermanita mía, por mucho tiempo que pase, y distancia que exista, yo los compartiré contigo. Te quiere tu hermano Carlos:”

Leyó el texto escrito en su nuevo diario y miró a su hermano, y sin poderlo remediar de sus ojos resbaló una lágrima…



(14/4/2009)

domingo, 23 de octubre de 2011

Abril

Dime mi niña, dime
cuando vas a venir.
Todos te esperamos
deseosos de abrazarte.

Abril, mi niña
no te hagas tanto de rogar.
Deja de jugar
y date a conocer.

Dime, mi niña, dime
hasta cuando
te has de esconder...

Abril, mi niña
que ya te queremos conocer!

(Para mi sobrina Abril)



(3/4/2009)

Pedazitos de ti

una mirada clavada en mi alma.
un recuerdo grabado a fuego.
una caricia abrasando mi piel.
un deseo encontrado.
una palabra al oido susurrada.
un adios rompiendo mi alma



(29/3/2009)

Bajo la luna

Era tarde, había anochecido y ya pasaba la medianoche.
Podía escuchar el ruido de las olas a través de la ventana. Sentí unas ganas repentinas de pasear por la playa.
Miré con cuidado y sin hacer ruido en la habitación contigua. Ella dormía. Me quedé allí de pie, observándola, escuchando su respiración. Era tan hermosa… Observé su cuerpo, apenas tapado con la sábana dejando al descubierto su espalda desnuda…
Como me tentaba ese cuerpo. ¿Pero qué pasaría si traspasara esa puerta… si cruzara esa línea que siempre me he prohibido? : _ ¡no! ¡Ni lo pienses! ¡No debes hacerlo! ¡No lo estropees! ¡Ella está prohibida para ti y lo sabes!
Me debatía entre mi mente y mi corazón. Tenía que salir de allí…
Cerré la puerta de su habitación con sumo cuidado para no despertarla y decidí salir a caminar por la playa. Descalcé mis pies para poder sentir el contacto de la arena. Caminé durante unos cinco minutos por la orilla, jugando con la ida y venida de las olas.
Quería dejar de pensar en ella pero esa imagen… ese hermoso cuerpo se había grabado a fuego en mi interior… mirara donde mirara sólo la veía a ella. ¿Porque tuve que enamorarme de ella?
Me agaché a recoger una piedra que había en la orilla y la lancé lo más lejos que pude hacia el mar, como si así pudiera arrancar de mi corazón ese amor por ella.
Me quedé observando la luna llena reflejada en el mar, intentando buscar una respuesta, cuando unos brazos me rodeaban por la espalda estrechándome contra su cuerpo. Era ELLA. Reconocí su aroma al instante… Sentí que mi corazón luchaba por salir de la prisión que era mi pecho. Mis piernas dejaron de sostenerme y cuerpo comenzó a temblar…
Me abrazó con fuerza para no caer al suelo y sin soltarme me dio la vuelta para sentirnos y buscarnos la mirada. Podía sentir ese cuerpo que tantas veces había deseado junto al mío. El calor de su mirada, su respiración agitada y el latir de su corazón
Y por fin pude sentir el sabor de sus labios en los míos!!!
Y su voz susurrándome al oído: “TE QUIERO”
Y así estábamos las dos, abrazadas la una a la otra. Abrigadas por el manto suave de la Luna, con el mar de fondo susurrándonos al oído.
Después de tanto soñar con ella… la tenía entre mis brazos, sosteniéndome para no caerme. Mirándonos a los ojos, hablándonos con la mirada, tanto que decirnos.
Como si el mundo fuera a desvanecerse y el tiempo se hubiera paralizado, nos entregamos a los besos tan ansiados en secreto. Besos tiernos, suaves, lentos, eternos. Besos pasionales, fogosos, salvajes.
Nos entregamos a la pasión contenida…


(28/3/2009)

Bajo la lluvia de abril

Eran las 10 de la mañana de un día de abril, día 9 para más señas, lo recuerdo como si hubiese sido hoy mismo.
Apenas hacía una hora que me había levantado y andaba deambulando por la casa todavía en pijama. Era un día bastante oscuro que no invitaba en absoluto a salir a calle, todo lo contrario, invitaba a quedarse encerradita en casa con una buena peli y una manta para mitigar el frio y la humedad.
Sin embargo, decidí salir a la calle. Me abrigue bien con unas buenas botas y mi abrigo para la lluvia, amarré el paraguas y salí por la puerta como si me estuviera dirigiendo al patíbulo. Odiaba estos días así, estos días de tormenta. Crucé el parque del barrio completamente desierto caminando con la cabeza gacha mirando al suelo, como si así pudiera evitar enfrentarme al mundo.
Seguí caminando por la calle principal sin rumo fijo, mirando sin mirar, cruzándome con la gente sin mirar con quien… Caminaba con la mirada perdida, como evadida de mi misma.
Sin saber cómo ni porque algo me hizo volver en mi y levantar la mirada… De repente una voz me susurro al oído:
_“si te evades tanto del mundo puedes perderte algo maravilloso”
Busque el foco de esa voz, levanté mi mirada y me encontré con unos ojos tan penetrantes e hipnóticos que no pude dejar de mirarlos. Eran unos ojos claros, color miel, tan dulces parecían… Una mirada tan profunda… ¿De dónde habían salido esos ojos tan hermosos?
Y de la misma manera que aparecieron, desaparecieron, y por más que hice por encontrarlos fue en vano.
Jamás olvidaré esa mirada y sus palabras. Si no hubiera vuelto en mí en ese preciso instante nunca hubiera conocido ojos tan maravillosos….




GRACIAS POR HABER EXISTIDO, AUNQUE SÓLO FUESE UN INSTANTE.



(4/4/2009)

sábado, 22 de octubre de 2011

Un minuto

Un minuto, sólo uno.
Es lo único que te pido.

Necesito contarte...
Ya no puedo callarme más.

Necesito decirte...
Por favor!
un minuto nada más!

No quiero que te vayas,
no te marches!

Si te vas,
no se que haré.

Te quiero.
Te amo...
Quédate conmigo!!



(21/3/2009)

Ella

 Allí estaba ella, ante mi...

Me quedé absorta mirándola, casi como hipnotizada. No quería mirarla, no de aquella manera tan descarada... pero me resultaba imposible apartar la mirada.

Allí estaba ella, mirándome... esperándo que yo dijera algo. Que me estaba pasando que no podía articular palabra?

Hacía tiempo que no sentía así... ya había olvidado lo que era ese sentir. Mi corazón latía con tanta fuerza! como si mi pecho se abriera en dos en cada bombeo... Mi corazón, tiempo atrás herido y que ya había creído muerto, había despertado de golpe. Había vuelto a la vida sin avisar.

Allí estaba ella, pacientemente esperándo una respuesta a una pregunta que siquiera creia haber escuchado...

Ella, sólo ella... No existía nadie más... Sólo ella y yo. Y por fin, de la mejor manera que pude:
      
       - Gracias!!
       - Gracias? Por qué?
       - Gracias, por revivir mi corazón...



   ¿amor a primera vista?



(27/3/2009)

El beso

      Era en aquella habitación del hotel donde tuvieron lugar las primeras sensaciones del contacto directo, donde ambas experimentaron el primer beso.Tenía los nervios a flor de piel, su cuerpo temblaba desde los pies a la cabeza, como si fuera la primera vez que sus labios que encontraran con otros. Pensaba, que sentiría cuando besara esos labios por primera vez esos labios que tanto había deseado en la distancia, tan soñados e imaginados. Pero aún más, pensaba que sentirían esos labios aun desconocidos cuando tocaran los suyos. Estaba tan ansiosa por probarlos que tenía miedo de decepcionarla, de sentirse más inexperta de lo que era. Al cruzar la puerta de la habitación del hotel, temió que las fuerzas le fallaran, que le flaquearan las piernas y desvanecerse ante la mirada de su Sol. Pero pese a todo, se armó de valor para enfrentarse a sus miedos. Giro sobre si misma para refugiarse entre los brazos de su amor y sentir su fuerza y su calor. Sentía todo su cuerpo temblar, el corazón palpitar como si le fuera a estallar dentro del pecho. Y sin mediar palabra sus labios se encontraron abrazados y entrelazados con pasión descontrolada. Besaba esos labios con total descontrol y desenfreno, sin saber muy bien lo que hacer ni como besarla. Había descubierto que no sabía besar, y en cierto modo se sentía avergonzada.         
      Su amada le pedía calma y suavidad, pero no sabía como conseguirlo… ¿realmente era tan inexperta o sus nervios le impedían hacerlo bien?           
      Devoraba esos labios como si fueran a desaparecer de un momento a otro, como si estuviera viviendo un sueño y temiera despertar en cualquier instante…           
      Poco a poco el deseo descontrolado fue convirtiéndose en una cálida y lenta exploración de sus bocas, de  sus labios y sus lenguas, en la búsqueda del paraíso.         
      Descubría sensaciones nunca antes descubiertas, nadie le hizo sentir así ni con lo que parecía el beso más apasionado.  Nunca aprendió a besar porque nunca la enseñaron a besar. Y con un solo beso estaba descubriendo todas las posibilidades que se abrían ante sí y todo lo que podía llegar a aprender.       
      ¿Llegaría en algún momento a encontrar el paraíso? Estaba convencida de que así lo haría, porque había encontrado la persona ideal para encontrarlo. Le quedaba mucho por aprender, pero lo encontraría, no tenía duda ninguna.




(25/3/2009)

Extraño despertar

He despertado creyéndote a mi lado... ha sido tan extraño...
Por un instante he dudado si estabas a mi lado. te he buscado y no pero no te he encontrado. Pero se que estabas ahi, lo se!... Podía sentir los latidos de tu corazón, el ritmo de tu respiración, tu aliento en mi espalda, el calor de tu cuerpo todavía en las sábanas. Se que estabas pero ¿donde? ¿porque has desaparecido?
Creo que me estoy volviendo loca! ¿como puedo sentirte tanto si no estas aqui? DIME! o tal vez ¿todo esto es un delirio de mi mente?
Ayudame, amor, a entenderme...


(21/3/2009)

El sueño

Y en medio de la noche, en plena madrugada, se despertó como muchas otras noches y se sentó en la cama. La paz y la calma del momento inundó su alma y su cuerpo.
Se detuvo a observar, como tantas noches, el cuerpo que yacía dormido a su lado. Un cuerpo lleno de hermosura y de ternura, de placer y de pasión sin límites, incansable hasta el agotamiento… Admiraba como resbalaba el cabello por su rostro dormido, estudiaba cada gesto y cada detalle… y cada movimiento de sus labios y de sus ojos escondidos bajo los párpados. Estudiaba cada milímetro de su piel… su frente, la suavidad de sus párpados, sus mejillas, su nariz, esos labios tan apetecibles y tan hambrientos, la forma que tanto le gustaba de su barbilla…
Con su mirada acariciaba ese cuerpo amado y deseado, y dibujaba mentalmente sus caricias a lo largo de su cuello con la yema de los dedos. Unas caricias suaves y delicadas recreándose en su tacto. Mientras, lentamente, su mirada va descendiendo por su cuerpo hasta encontrar y detenerse en sus pechos desnudos que a sus ojos se antojaban perfectos, suaves, tersos y juveniles. Unos pechos que encajaban a la perfección en el huevo de sus manos, como si la madre naturaleza las hubiera creado para ellas.
Se recreaba en ellos totalmente abstraída, como sometida al influjo de la hipnosis, acariciándolos con su mente y su mirada, dibujando su contorno, su aureola y sus pezones… ¡Que maravillosa sensación la que su mente recreaba!!!.... y desde sus pechos descendía hasta su abdomen, tantas veces acariciado y admirado por sus manos, y el ombligo… ¿Qué misterio escondería que tanto le gustaba observarlo?  
Y casi de forma súbita y repentina, su mirada se encuentra con la débil frontera  de las sábanas, interrumpiendo las caricias de su mirada, escondiendo bajo ella el calor y el fuego de un volcán en erupción. Por un instante piensa en deslizar la sábana para proseguir sus caricias, cuando ese cuerpo aún dormido, extiende su mano hacia ella, buscándola, reclamándola… entonces sin pensarlo va a su encuentro y se tiende a su lado, agarrando la mano de ese maravilloso cuerpo dormido.
Cierra los ojos y en el silencio de la noche, como tantas otras noches, escucha el palpitar de su corazón y su acompasada respiración. ¡Ritmos tantas veces recreados por su corazón en la distancia…! Se deja embaucar por ellos, sumiéndose, poco a poco y lentamente en un sueño profundo…





(21/3/2009)