Calmas mi sed de fuego con tus besos en mi cuerpo. Enciendes mi pasión, mi descontrol. Mi respiración se acelera con cada uno de tus besos, con cada una de tus caricias. No existe nada a nuestro alrededor, sólo tú y yo, nuestros cuerpos encendidos. Sólo el azul celeste del cielo nos rodea nada más necesitamos. Sólo tú y yo. Mi ángel. Mi amor.
Oigo voces a mí alrededor. No quiero mirar, desviar la mirada de la sensualidad que hay en ti. Separarme un milímetro de ti sería como perderte… No quiero mirar. No quiero moverme. Las voces me llaman en susurros, claman mi presencia…No quiero volver.
Nuestros cuerpos se aferran a mis sueños para no despertar y no volverse a separar, y seguir siendo un mismo ángel.
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