Soy quién soy pese a quién pese. Esa soy yo.
Bienvenidos a mi rincón.
Myriam Luna.

domingo, 23 de octubre de 2011

Bajo la lluvia de abril

Eran las 10 de la mañana de un día de abril, día 9 para más señas, lo recuerdo como si hubiese sido hoy mismo.
Apenas hacía una hora que me había levantado y andaba deambulando por la casa todavía en pijama. Era un día bastante oscuro que no invitaba en absoluto a salir a calle, todo lo contrario, invitaba a quedarse encerradita en casa con una buena peli y una manta para mitigar el frio y la humedad.
Sin embargo, decidí salir a la calle. Me abrigue bien con unas buenas botas y mi abrigo para la lluvia, amarré el paraguas y salí por la puerta como si me estuviera dirigiendo al patíbulo. Odiaba estos días así, estos días de tormenta. Crucé el parque del barrio completamente desierto caminando con la cabeza gacha mirando al suelo, como si así pudiera evitar enfrentarme al mundo.
Seguí caminando por la calle principal sin rumo fijo, mirando sin mirar, cruzándome con la gente sin mirar con quien… Caminaba con la mirada perdida, como evadida de mi misma.
Sin saber cómo ni porque algo me hizo volver en mi y levantar la mirada… De repente una voz me susurro al oído:
_“si te evades tanto del mundo puedes perderte algo maravilloso”
Busque el foco de esa voz, levanté mi mirada y me encontré con unos ojos tan penetrantes e hipnóticos que no pude dejar de mirarlos. Eran unos ojos claros, color miel, tan dulces parecían… Una mirada tan profunda… ¿De dónde habían salido esos ojos tan hermosos?
Y de la misma manera que aparecieron, desaparecieron, y por más que hice por encontrarlos fue en vano.
Jamás olvidaré esa mirada y sus palabras. Si no hubiera vuelto en mí en ese preciso instante nunca hubiera conocido ojos tan maravillosos….




GRACIAS POR HABER EXISTIDO, AUNQUE SÓLO FUESE UN INSTANTE.



(4/4/2009)

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