Escucho la lluvia golpear los cristales,
el viento azotar las ventanas,
los árboles y sus ramas.
Escucho el tiempo, como discurre...
Entonces te miro y todo se detiene,
sólo existes tú,
tu respirar lento mientras duermes,
tus latidos acompasados,
el calor de tu piel.
Ya no existe nada salvo tú,
y yo.
Me acurruco un poco más a ti,
para sentirte más cerca,
pero con temor a despertarte y desvelarte.
Cierro mis ojos,
me recreo en ese mundo por instantes detenido,
acompaño mi respiración a la tuya y me dejo llevar para encontrarnos en el mundo de los sueños,
bajo ese manto de estrellas en el que la luna todo ilumina.
Y cuando despierto ahí estás tú,
mirándome con esos ojitos chicos y a la vez tan grandes,
inmensos,
en los que tanto me gusta perderme.
Y me pierdo...
en tu mirada,
y en ti...
Vídeo creando emociones:
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