Abro mis ojos despacio,
lentamente.
La luna invade mi cama, mi cuerpo.
Sonrío.
Mi cuerpo se estremece.
Busco el refugio de tu luz,
esa mirada que me atrapa,
y tu calor.
Mis dedos recorren tu reflejo en las sábanas,
te busco y me enredo en tu cuerpo,
atrapándote,
para no dejarte marchar.
Te miro, me miras.
Nos encontramos en el centro de un reflejo,
fundiéndonos en un mar de besos y caricias,
que van y vienen como las olas de mar una noche de luna llena.
Dibujo el contorno de mi luna con la yema de mis dedos,
lo coloreo con los trazos de mis manos.
Lo observo, lo admiro y me derrito,
porque de mi luna me gustan hasta sus andares.
Podría pasarme horas así,
pero acabaría desgastando su luz de tanto mirarla....
Vídeo creando emociones (enlace a YouTube):
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