Soy quién soy pese a quién pese. Esa soy yo.
Bienvenidos a mi rincón.
Myriam Luna.

domingo, 28 de julio de 2019

LA LUZ DE SARA (Parte 2)

Nos vamos acercando cada vez más, sin dejar de mirarnos. Ya casi pueden rozarse nuestros cuerpos, casi puedo escuchar su respiración nerviosa en el silencio de la noche.

Nos miramos nerviosas, estrechando aún más la distancia. Siento su cuerpo pegado al mío. Acarició su mejilla con el dorso de mis dedos. Nuestras frentes se juntan sin perder nuestras miradas al tiempo que decimos, al unísono:

-Por fin juntas.

Su mano izquierda se entrelaza con la mía, acariciándose nuestros dedos. Su mano derecha acaricia mi mejilla, suave, muy suave, casi imperceptible. Su boca viene a mi encuentro, y la mía a la suya, para fundirnos en un cálido y tierno beso, durante tanto tiempo soñado y deseado.

De la mano la guío hasta la cabaña, empiezo a sentir el frío calando mis huesos. Caminamos con paso lento, la una junto a la otra, cruzando miradas de tanto en tanto. Intentando detener el tiempo.

Abro la puerta cediéndole el paso. Quiero sea ella quien entre primero, que descubra lo que Le tengo preparado. Veo su rostro iluminarse, su mirada, su sonrisa agrandarse.

Nos acercamos a la chimenea, tengo el cuerpo frío de haber estado fuera sin abrigar.

Le ayudo a quitarse el abrigo, dejándolo caer en el respaldo del sofá. Ese jersey ceñido marcando sus formas.... Y ese pantalón marcando sus caderas, está imponente. No hay foto que haga justicia a la realidad que tengo delante. Está absorta mirando el fuego, pensativa... Me acerco por detrás, abrazándola:
- ¿Que piensas?
- Que tengo la sensación de estar viviendo un sueño, como tantas veces he sentido dentro de mi.
- Esto no es un sueño Sara, este momento es real.

Lentamente me sitúo frente a ella para besarla.
- Esto es real Sara.
- Creo que no me ha quedado muy claro, necesito comprobarlo de nuevo.- Me dice con tono burlón y picarón.

Coloca su mano sobre mi pecho y me empuja con firmeza pero suave contra el sofá haciéndome caer sentada en él. Se sienta a horcajadas sobre mi, besando mi cuello, mordiéndome... Conoce mi punto débil y va a por él. Me mira juguetona. 

-Creo que estoy empezando a entenderlo, me gusta esta dosis de realidad.

Se muerde el labio, mientras me mira y se acerca. Roza mi labio inferior con la lengua, y lo muerde, estirándolo levemente antes de soltarlo. Se quita el jersey dejándolo caer al suelo. Me quita el mío, echándole a un lado del sofá. Se inclina un poco sobre mi, comiéndome la boca como si no existiera un mañana. Vuelve a mi cuello lamiéndolo desde el hombro, suave, despacio, para acabar mordiéndome de nuevo, primero suave luego con más fuerza, haciéndome sentir cada uno de sus dientes pero sin llegar a causarme dolor.

Se acerca a mi punto débil... Y me susurra al oído: -hoy se cumplirán nuestros sueños más salvajes.- Siento como una descarga eléctrica de pura excitación recorrer mi cuerpo. Me vuelvo levemente hacia ella para besarla, pero me detiene.

-Nena, hoy llevo yo el timón. Vas disfrutar como nunca, pero antes....
-¿Antes que...?
- Pero antes necesito darme una ducha.- Me miras con pícara malicia- Quiero estar lo más presentable posible para ti.
-Nooo. ahora no malvada... Eres cruel conmigo- Digo con tono quejicoso pero riéndome a la vez.
-ya te dije que hoy yo llevo el timón- Me dices mientras te levantas y me regalas un beso tierno y jugoso- Te compensaré por mi malicia.

Y te alejas riéndote escaleras arriba, camino de la ducha.

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